Tito Speranza saltó a la fama por ser el guardaespaldas de Ricardo Fort. Luego de haber sido echado por el mediático cuando se volvió un personaje muy simpático y querido por el público, el personal trainer logró hacerse un lugar en los medios y se consagró como subcampeón de Bailando 2011.
Después de semejante año, Héctor se animó al desafío de hacer teatro y descubrió que también es uno de los preferidos del público. Al menos eso le confesó a la revista Pronto en una nota íntima desde su casa de Carlos Paz.
"La gente me quiere porque me ve como el tipo que está en la esquina de cada barrio. Soy un muchacho simple. Creo que la gente se indentifica con eso", afirma Tito, quien aclara que 2011 fue "un año quiebre" en su vida.
"Quiero hacer todo lo mejor que pueda, pero no sé si soy artista o no", confiesa Tito, a la vez que admite que todo se lo debe a Marcelo Tinelli.
Eso sí: no sabe qué va a hacer después de la temporada. "Todo lo que me pasó fue muy rápido y a mi siempre me gustó planificar y tener seguro lo que va a venir. Hoy, no sé qué me va a deparar el destino. La vida me cambió mucho, pero si no estás tranquilo y con los pies en la tierra, es difícil. En lo económico, me modificó también, pero no soy millonario. Ahora pude alquilar y darme algunos gustos pero todavía no tengo casa propia".
Por otra parte, Tito manifiesta sus deseos de ser papá con su pareja desde hace 12 años, Marcela Villagra. "Nos gustaría mucho. La vida da vueltas a veces, y nosotros estamos esperando. Ojalá que venga rápido. Es lo que más queremos. Que sea lo que Dios quiera, nosotros lo esperamos".
¡Cigüeña, teléfono!