Lujos, lujos y más lujos. Paris Hilton sabe cómo disfrutar la vida. Grandes mansiones, autos de primera categoría, viajes, paseos y todo lo que uno se pueda imaginar. Sin embargo, a la celebridad estadounidense algo le faltaba. Y, como no podía ser de otra manera, ya dejó de ser una cuenta pendiente en su tremendo patrimonio.
La mayor heredera de los Hilton se dio un gustito más y se compró una imponente Ferrari California Spyder 2012. Y -a bordo de ella- salió a pasear por el glamoroso Beverly Hills, feliz en el espacio del conductor.
La rubia y su hermana Nicky se sentaron sobre los lujosos asientos de cuero del rodado y fueron a una librería (¡sí, leyó bien!) a comprar el álbum de fotografías de Lady Gaga.
¿Vos, qué harías con semejante auto?