Las autoridades municipales holandesas decidieron implementar la distribución de tarjetas con olor a marihuana para frenar el avance de las plantaciones ilegales. El objetivo es que los vecinos conozcan el olor de la planta para que puedan denunciar a aquellos que las cultiven.
Las tarjetas contienen olor a marihuana, pero también una serie de pistas que ayuden a los vecinos a dar con alguno de estos 'invernaderos' clandestinos, según informa la BBC. De esta manera, se dan una serie de tips para que los que reciben las tarjetas jueguen a ser detectives y avisar a la Policía. Algo muy poco habitual entre los holandeses que, conociendo quiénes o dónde se encuentran las plantaciones, no suelen dar aviso a las autoridades.
Entre estas pistas sobre lugares que pueden resultar sospechosos enumeran: casas donde se escuche de forma constante el ruido de un ventilador, persianas o cortinas echadas de forma permanente, instalaciones eléctricas supletorias en lugares poco habituales o pisos vacíos a los que acude gente de forma esporádica.
En los Países Bajos, el consumo de marihuana es legal desde 1976 y cada habitante tiene derecho a poseer hasta cinco plantas para explotación propia.
No es la primera vez que se lleva a cabo algo así. Hace cuatro años, la misma empresa encargada de esta campaña (la compañía de gas Eneco) se encargó de distribuir tarjetas con olor a gas entre los holandeses para que supieran identificar escapes cercanos a ellos.