A las 17.20 del miércoles 28, luego de que los médicos intentaran reanimarla durante cincuenta minutos, Romina Yan falleció. Una hora antes, se había desmayado en la vereda, y un vecino la llevó al Hospital Central de San Isidro en su coche particular, pero no hubo nada por hacer; llegó muerta.
Primero llegó Gustavo Yankelevich, y luego su ex mujer, Cris Morena, toda agitada tras haber buscado con desesperación un ingreso alternativo. En un pasillo se encontró con el padre de su hija y él le habló con franqueza: "Murió", le dijo. Hubo gritos, mohines con los brazos, negación, y la actitud de sacar el celular, llamar al teléfono de su hija, y al no recibir respuesta, desmayarse.
Recuperó el conocimiento cuando ya estaban en el lugar su hijo Tomás y su nuera Sofía. Luego, se abrazó al cuerpo de su hija, mientras Yankelevich conversaba con su abogado para pedirle que la noticia no se diera a conocer a los medios y para que, por cuestiones religiosas, evitara la realización de una autopsia, informa la Revista Paparazzi. Pero este último pedido familiar no prosperó, porque el hecho ocurrió en vía pública.
El estudio reveló que había muerto por un paro cardíaco no traumático. Yankelevich se abrazó a su amigo Ricardo Montaner y lloró.