“La del sábado no fue la mejor noche para Ricardo Fort, en la disco gay Human. Allí, vivió varios momentos tensos. Antes de ingresar no pudo reservar mesa en el Vip, ya que el boliche se encontraba con capacidad completa. Cuando sonó el tema de Pittbull e intentó hacer un show subido a un parlante, la gente no solo lo ignoró sino que se burlaba e incluso lo insultaba”, disparó Ángel de Brito en su programa BDV.
¿Qué hacía el chocolatero en un boliche gay si no es gay? No lo sabemos. ¿Con quiénes fue? Tampoco lo sabemos. ¿Qué tenía en la cabeza para subirse a un parlante y hacer un show? Lo suponemos: tenía la idea de ser el centro de la escena y quedar como el alma de la fiesta ante las cámaras que él mismo llevó para registrar la noche. Pero todos los planes de Ricky se fueron por la borda: la gente lo trató mal.
Ante la (para él) inesperada situación, el programa de chimentos contó que el soberbio multimillonario “decidió recluirse entre sus custodios. Poca gente aceptaba acercársele, para ser parte de las imágenes que tomaba con su propia cámara”.
Pero eso no fue todo, según BDV siguieron pasando cosas: “Una vez terminada la noche, en el estacionamiento, (Ricardo Fort) salió marcha atrás con su auto y chocó una Pt Cruiser, el auto de uno de los personajes mas queridos del lugar. Unas 200 personas comenzaron a gritarle de todo, desde ‘infeliz’ a ‘puto’, ‘hijo de puta’ hasta cantarle ‘Tito, Tito, Tito’”.
¿Y hay cosa peor que gritarle a Fort “Tito, Tito, Tito”? Obviamente que no. Por eso, al chocolatero le agarró un ataque de histeria, se bajó del auto y simuló empezar una pelea, pensando que sus guardaespaldas lo separarían.
Registrado todo por las cámaras de seguridad del boliche gay y ante semejante papelón, seguramente el mediático de moda pasará a ser considerado persona no grata en el lugar.
Lo peor es fue no fue el único escandaloso bochorno. El domingo, después de la función de su obra en el teatro Premier (¿alguien, además de sus reidores pagos, paga ver ese “espectáculo”?) Ricardo Fort salió a saludar a la gente y a la prensa que lo esperaba en la puerta. Entre saludo y saludo, alguien del público le gritó: “¡Que vuelva Tito!”.
¿Qué le respondió Fort?“Que Tito se vaya a la c***** de su madre”. Y por si le faltara prensa, ahora Jacobo Winograd acusa al multimillonario de haberlo amenazado.