Imaginar a un séquito de mujeres desenfrenadas corriendo al guapísimo Facundo Arana, a las fans de Echarri con la baba chorreando y la respiración agitada por un mísero autógrafo o inclusive visualizar a "las nenas" de Sandro esperándolo a la salida de algún show para conseguir una foto con su ídolo, es posible. De todos modos, y tomando en cuenta el poder de ilusión que la televisión genera en la imagen de sus protagonistas, cuesta muchísimo trabajo creer que el periodista Jorge Lafauci es perseguido de manera frenética por sus fans cada vez que sale a la calle.
Después de haberse visto involucrado en el escándalo de los mensajes de texto, en el que se lo acusaba de haber pedido a sus colegas de APTRA que consideren a Marcelo Tinelli como un posible acreedor del Martín Fierro de oro y de haber vuelto de México con la frente marchita y la cola entre las patas tras haber dicho (con posterior rectificación) que los lugareños son... feos, el actual jurado de Bailando por un sueño, aseguró que agradece la reacción de la gente en la calle, aunque algunas veces le parece "abrumadora".
Se ve que motivos para sentirse así de agobiado no le faltan: sin ningún tapujo disparó que le "cuesta aceptar que la gente lo persiga por la calle" y hasta comentó que en algunas oportunidades tuvo que esconderse en algún bar cercano para evitar la reacción desmedida del público.
¡Pero cuidado!, a no perder de vista este suceso que en cualquier momento se viene el furor por el merchandising con los productos oficiales de Lafauci: llaveros y tazas con su rostro, el CD oficial con todos los hits de Bailando (que incluye el tema de Tiburón que suena cada vez que emite su voto) y un paquete de mensajes de texto para poder comunicarte gratis con los colegas de la entidad que elijas. ¡Más beneficios y delirios de persecución para todos!