El orgasmo femenino tiene fama de ser más largo, de mayor expansión que el masculino. Dicen que viene y va desde y hacia diferentes partes del cuerpo, o todas las partes del cuerpo, mientras los de los hombres se concentran en los genitales.
Si es cierto o no que existen esas diferencias de género hasta para el orgasmo, no lo sé. Pero sí podemos tener en cuenta que si siempre estamos machacando sobre el clítoris y el punto G, las cosas no van a cambiar mucho su rutina. Para todos aquellos que anden en busca de nuevas sensaciones, es interesante tener en cuenta lo siguiente:
Que las mujeres pueden tener orgasmos gracias al estímulo, en exclusiva de sus pezones. Cuántas pueden lograrlo, se desconoce, pero que las hay, las hay. Atentos: no es que se tiene un orgasmo en el pezón, el orgasmo sucede donde siempre sucede, pero sin tocar ni el clítoris ni la vagina, sólo los pechos. Uno de los motivos de la rareza de este tipo de orgasmo es que se lo ha dejado en el olvido. Por eso, más frecuentemente, las mujeres que saben que existe esta magia, lo hacen durante sus masturbaciones en solitario.
Las caricias que frecuentan las manos masculinas por debajo del corpiño suelen estar más asociadas a los juegos previos o a arremetidas furtivas durante la penetración. Por lo general no se les dedica completa atención, como, por ejemplo, en el sexo oral. Señores, hay que perseverar tambié por ahí arriba. Y acaso estalle un triunfo.
Hay quienes, más mujeres que hombres, pero algún que otro hombre también, que pueden acabar besando. Es decir, sólo besando. Parece un clásico de la adolescencia, pero quién dice que no puede seguir sucediendo después. Los besos excitan casi instantáneamente. Y no son pocas las mujeres que tuvieron orgasmos mientras practicaban sexo oral a sus parejas. No hay que olvidarse de la boca, en ningún momento.
Y está el más mágico de todos los orgasmos. No sé si llamarlo mental. Pero ocurre gracias a las fantasías, de la misma manera que un sueño erótico puede terminar convertido en un sueño húmedo. El orgasmo ocurre sin ningún estímulo físico, la mejor fórmula es no reprimir las fantasías...