La obra fue creada en 1991 por el británico Damien Hirst. Un empresario estadounidense la compró hace un año y medio por 12 millones de dólares. Pensaba donarla al Museo de Arte Moderno de Nueva York y ahora negocia con el artista cambiar al tiburón por otro. El principal elemento de la instalación artística llamada "La imposibilidad física de la muerte en la mente de alguien vivo", del británico Damien Hirst, es un tiburón disecado. Pero la obra, vendida un año y medio por casi 12 millones de dólares, ahora presenta un problema: el tiburón se está descomponiendo, por lo cual el artista y el comprador ya están conversando las condiciones para reemplazarlo por otro, según informa la edición de julio de la revista especializada "The Art Newspaper". El tiburón de la obra tiene más de cuatro metros de largo y está suspendido en un tanque transparente de aldehído fórmico. El empeoramiento del estado del cuerpo se debe al modo deficiente en que fue disecado en el momento de su creación, en 1991. Oliver Crimmen, responsable de la conservación de los peces del Museo de Historia Natural de Londres, consideró que el error estuvo en usar una solución con base de formol en lugar de alcohol.
