A los dos días, la llamó, aunque ella no le había dado su teléfono, aceptó la cena y esa misma noche se puso de novia. A Natalia le hacía ruido salir con una persona que le llevaba 15 años, pero a los diez días del primer beso, ya estaban viviendo juntos, con el hijo que ya tenía ella.
El 3 de diciembre se casaron en el registro civil de Belgrano y el viernes fue la fiesta que se celebró en el gran parque que los novios tienen en un contry de Pilar. Los 130 invitados degustaron finger food, sushi, islas con mariscos, wok de pollo y lomo, tablas de queso y fiambres. "No tuve nervios en ningún momento, pero quería estar en todos lados y sentía que la noche se me pasaba volando", dijo Natalia.