A mitad del año pasado en Clarín.com, una encuesta pensada por la gente de espectáculos indagó sobre los desnudos famosos en el mundillo actoral. Si bien las opciones no eran en su totalidad de cine, entre otras, las destacadas en el rubro fueron: Cecilia Dopazo, quien obtuvo el primer lugar por Tango feroz , seguida de la diva Susana Giménez en La Mary y la sorpresa, Gabriela Toscano, en El exilio de Gardel . Por supuesto muchas escenas ni figuraron por falta de espacio (no van preguntar sobre todos los desnudos, imposible). Vale la aclaración: a partir de aquí hablamos de un desnudo cuando, por lo menos, la actriz muestra sus pechos.
Ahora bien, la historia del tema en el cine empieza con lo que en su momento fue un escándalo nacional. En 1946 en la peli El ángel desnudo, la adolescente (hoy abuela) Olga Zubarry, mostraba la espalda de la cintura para arriba y lo único que necesitó destapar fueron los hombros. Esta pequeñez que hoy sería considerada ATP sin dudarlo, quedó en la historia como el primer desnudo integral de la pantalla criolla.
Pero si hablamos de desnudos en la Argentina no podemos dejar de nombrar a la vanguardista y precursora Coca Sarli. Actuó en decenas de películas y "mostró" en la mayoría, siendo el eje de los ratones de miles de Argentinos y de las críticas que la consideraban hasta pornográfica. A decir verdad las palabras eróticas y pornográficas se fusionaron en la mente de los censores por mucho tiempo. Por ejemplo, las producciones de la Coca sufrieron cortes. Miguel Paulino Tato (cuyo pseudónimo como crítico cinematográfico era Néstor) fue designado interventor en el Ente de Calificación Cinematográfica en agosto de 1974, convirtiéndose en el ícono de la censura dictatorial de la época. Es interesante imaginar las negociaciones que debía tener con Armando Bo (director, actor y esposo de la Coca).
Otra con varios desnudos y polémicas fue Graciela Borges, con la censurada Kindergarten que todavía permanece inédita. Entre tantos desnudos ochentosos se pueden nombrar -por el azar que nos arroja la memoria- actrices como: Susú Pecoraro en Camila y Tacos altos; Alicia Zanca con desnudos totales en Los amores de Laurita y Flores robadas en los jardines de Quilmes; Luisina Brando; Sandra Ballesteros; Emilia Mazer; Edda Bustamante (con canción de A77aque incluída); Carola Reyna con un desnudo de casi tres cuartos de película y la lista sigue. Lo que pasó fue que a partir de cierto momento (entrado ya en los años 90 ) los desnudos se hicieron moneda corriente.
El concepto del desnudo pasó a cargarse de un significado "artístico" y las justificaciones pasaron a ser menos culposas: ya nadie lo veía mal. El prólogo fueron las picarezcas del estilo de Olmedo y Porcel o Tristán, con Silvia Pérez, Susana Traverso, Susana Romero, Silvia Peirú, Beatriz Salomón y otras actrices. Ahora pareciera que "sin teta no hay película", pero no lo decimos en mal sentido ni repudiando lo instalado, sino porque la venta del producto parece funcionar mejor si hay piel de por medio.
Dejando afuera a muchas, en películas relativamente nuevas recordamos grandes escenas de parte de: Vera Fogwill (Buenos Aires viceversa); Leticia Brédice (Cenizas del paraíso, Almejas y mejillones), Valentina Bassi (Patrón y Un día de suerte), Julieta Cardinali (Sabrina Love), Mimí Ardú (El Bonaerense), Antonella Costa (Garage Olimpo y Hoy y mañana), Marina Glezer (Roma), María Abadi (Géminis) y muchas otras. Por suerte, en la TV pasa lo mismo. En el 89 el programa La marca del deseo, protagonizada por Gerardo Romano, fue levantada escandalósamente, pero desde hace unos años que en la pantalla chica de nuestro país las escenas de sexo y desnudos son de lo más común.
Muchas de las actrices antes nombradas, hicieron su parte tanto en cine como en televisión. Los programas son jugados y muchos tienen el sexo como enganche, aunque después no cumplan lo que prometen. Algunos en los que se incluyeron desnudos femeninos: Historia de sexo de gente común, Doble vida, El tiempo no para, Resistiré, Montecristo, Mujeres Asesinas, Verdad consecuencia, Vulnerables, Disputas, etc. La mentalidad mundial cambió drásticamente respecto al tema y no sólo con la figura femenina, sino también con los hombres y su cuerpo. Pero que de eso se ocupen otros... no nos interesa.