Radicado en Basilea, Suiza, desde hace casi una década, el bandoneonista Marcelo Nisinman vuelve periódicamente a Buenos Aires para visitar a su familia y dar algún concierto. Esta última visita -además del revival de Piazzolla ofrecido en el Gran Rex junto con el vibrafonista Gary Burton- coincidió con el lanzamiento de dos discos suyos por el sello Acqua, discos que revelan un original proyecto musical: Al principio es un álbum de tangos clásicos para dúo de bandoneón y contrabajo; Desvíos es una "parodia de tango teatro" para soprano, relator, guitarra eléctrica, contrabajo y bandoneón, con música suya y textos de Carlos Trafic.
Empecemos por "Al principio". ¿Por qué esos tangos?
Digamos que en la época que escribí esos arreglos, 1990 o 90 y pico, eran los tangos que me gustaba tocar, sobre todo los de Tarantino (Ciudad triste y Del bajo fondo). Y aparte ese tipo de piezas que está un poco entre el tango romanza y el tango clásico (Ojos negros, entre otros), que para mí se prestan más para ese tipo de formación instrumental.
Tus versiones son comentarios de tangos ya escritos. ¿Ya no se pueden escribir tangos de tres o cuatro minutos?
Todo es posible, si es que uno tiene la capacidad de síntesis.
¿Vos lo has intentado?
No. Reconozco que esa esa una época gloriosa del tango, que escuché, pero que no me corresponde a mí. No es mi época. Adoro a esos músicos, y por ahí me hubiera gustado nacer en esa época y escribir así.
En el caso de una forma musical como "Desvíos", que es casi operística, ¿qué fue lo que te inspiró?
Primero, los textos de Carlos Trafic. Ya habíamos trabajado antes juntos en una ópera tango (Señor Retorcimiento). Ahora queríamos hacer algo un poco más chico, más simple, aunque Desvíos no deja de tener su complejidad. Los textos tienen varias capas y varios niveles de entendimiento.
En la música y en las metáforas no hay el menor rastro de la ópera "María de Buenos Aires"...
Bueno, mejor así. Es que los textos son muy sintéticos. Cuando alguien le pregunta a Trafic qué quiso decir con tal cosa, él lo explica con otra poesía.
Volviendo ahora al concierto en Buenos Aires con Gary Burton y los ex músicos de Piazzolla. ¿No te parece que la interpretacipón de Piazzolla está un poco saturada?
No, realmente creo que no, aunque admito que pueda haber opiniones en contrario. Primero, cuando lo pienso como música, es una música fenomenal. Lo que estoy haciendo ahora no tiene nada que ver con la música de Piazzolla, pero eso no me impide darme el gusto de tocar con músicos como Gary Burton.
De los músicos nuevos del tango ¿quiénes son los más te interesan?
Hay varios. Fernando Otero, que está en Nueva York; Cristián Zárate; Lautaro Greco, que está empezando a escribir y toca fenómeno el bandoneón, y el piano tan bien como el bandoneón; Daniel Ruggiero y su Trío Quasimiodo; Diego Schisi...
¿Cómo es tu vida en Basilea?
Vivo de mis conciertos y mis composiciones. Tengo pocos alumnos de bandoneón. Vivo solo. Pateo los corners, cabeceo, dirijo el partido. De la mañana a la noche, no paro.