La frase "hay cosas que el dinero no puede comprar" ya no tiene sentido, al menos en Barcelona (España). Y es que en esa ciudad se abrió el primer negocio que vende amor. Aunque por suerte con un fin benéfico.
La idea de vender besos y abrazos es para recaudar fondos para el programa Cuídame del Hospital Sant Joan de Déu, que busca facilitar el acceso de niños con enfermedades graves a la medicina de alta complejidad. La singular iniciativa forma parte de la campaña "Todo lo demás es prestado".
Daniel Calabuig, director creativo de la agencia responsable de la idea, aseguró que la todo fue posible "gracias a una cadena de favores", con la que se consiguió "el cartón, el local" e incluso los vendedores, que son los propios voluntarios del hospital.
Además, Calabuig explicó que la idea surgió "de una inquietud" ya que, según él la gente ha "olvidado el sentido original de los regalos".
Para comprar una caja de diez besos, un kilo de amor, 365 abrazos, 1.039 caricias y un millón de mimos, hay que pagar entre cinco y 30 euros.
El dato curioso: "muchos clientes" preguntan si las cajas "están vacías" y reciben como respuesta que todas las cajas "están llenas de amor".