Pamela Anderson fue demandada por unas cinco empresas constructoras, que sostienen que la actriz debe más de un millón de dólares en reformas a su residencia en Malibú.
Según la empresa, la rubia no pagó ningunas de las remodelaciones que llevaron a cabo en su mansión. La ex Baywatch en su afán por tener un lugar más lujoso y cómodo, se olvidó que después tenía que retribuir el trabajo. Entre los arreglos más caros, se encuentran una piscina y una residencia para invitados.
Por si esto era poco, el jefe de una de las empresas, Jay Bruder, declaró que Pamela debe plata a mucha otra gente desde el 2007. Ante las acusaciones, la rubia salió a defenderse y dijo que "sí se deben pagar, se pagarán, sino, no".
Fuente: 20minutos.es