La fórmula de "Hoy es tu día" es archi-conocida: cumplirle un sueño a alguien y mostrarlo de manera tal para que la lágrima intente escapar del ojo cada 15 minutos. Todo esto mechado con diferentes actividades lúdicas cuyo afán es la obtención de $ 50.000. Timba y sueño, sueño y timba. Cada uno ocupando igual espacio, mezclándose lo menos posible.
Cabak le pone todas las pilas, chispas y alegría a la parte de los juegos. 150 participantes están en el estudio en busca del premio mayor, 50 lucas constantes y sonantes (tanto que el ganador se lleva los 5 fajos en una cajita de cristal).
El proceso de clasificación es parecido al de "Justo a Tiempo": pregunta, tres opciones, los tres que adivinan la respuesta más rápido, pasan a jugar. En el juego propiamente dicho, los que buscan un lugar en la final deben adivinar cuánto pesa un perro o el nombre de qué famoso se forma combinando diferentes dibujos.
Pero entre un juego y otro, tiene lugar la estrella del programa, los sueños, siempre a cargo de Luli Fernández, que pese a no ser una señora conductora supo mantener bien los ritmos del programa aunque a veces parecía más emocionada ella que el soñador mismo.
Para el debut, mostraron como un niñito sueña conocer a Carlos Tévez. Entre el crack que ahora juega en el Manchester City y el soñador hay algo en común: un origen humilde, con todas en contra, y que ambos la rompe adentro de la cancha.
Divididos en varias partes (primero se presentó al protagonista, luego los artilugios del engaño, el sueño propiamente dicho, el plus: conocer al resto de los jugadores, y para finalizar la entrevista en el piso), los sueños saben tocar la fibra sensible del espectador que no tiene nada mejor que hacer un domingo a la noche.
Es verdad, el programa es bastante parecido a "Sorpresa y Media". Pero qué importa, los sueños cumplidos en televisión brindan la tranquilidad inconciente de saber que cualquiera puede cumplir sus anhelos. Y si mandan un mensaje de texto al número que repiten, muestran, sugieren en todo momento, también se pueden llevar una buena cantidad de plata.