Es un invento esloveno: hicieron un corpiño capaz de detectar la temperatura corporal. Cuando aumenta, el corpiño se ajusta y aprieta las lolas de modo que suban y se vean más. Así que cuando la chica está de humor, su delantera se pone movediza. Esto, se supone, tiene que estimular al hombre ¿no?
A su vez, cuando la temperatura del cuerpo baja, el corpiño se relaja y las "cosas" vuelven a la normalidad. Aparentemente su inventora Suzana Gorisek descubrió esta original aplicación cuando diseñaba unos corpiños con un material capaz de adaptarse a las cambiantes condiciones del clima (no sé con qué objeto).
Lo cierto es que una goma espuma especial, que rellena las copas del corpiño, es la que tiene la capacidad para contraerse y distenderse, según la temperatura. De acuerdo a los fabricantes "es más saludable que un corpiño común porque provee la medida perfecta frente a los cambios corporales". Es que supuestamente se amolda a la forma de los senos... (como que cada vez entiendo menos)
Como sea, la mujer del multimillonario Donald Trump es la promotora del corpiño mágico. Y aunque sea medio complicado comprender por qué una iría a usar una especie de criatura capaz de moverse, en lugar de un corpiño común, esperan que sea todo un éxito de ventas en Europa.
Esperemos que funcione parejo de los dos lados, porque si después ni siquiera saltan al unísono, yo creo que estaremos en problemas...
Fuente: The Sun