"Cuando nosotros comenzamos, hace casi ya más de diez años, la técnica de reiki era para unos pocos en Argentina. Hoy la practican miles de personas. Su origen está en todas las religiones, sólo que el Maestro Mikao Usui la redescubrió hace casi cien años para nuestra época contemporánea. Está relacionada a la meditación, la búsqueda de la luz o energía vital del universo, y su conexión con nuestra mente, emociones y nuestro cuerpo para sanarlo y mejorar su actitud y la interrelación con otros".
Así comienza su relato el maestro Eduardo Yoel, presidente de la Asociación Americana de Maestros de Reiki. El cuenta que no sólo enseña Reiki, sino que gracias a la práctica diaria de esta técnica mejoró su estado de salud: sanó su gastritis, algunos dolores articulares, la hipertensión y hasta un principio de diabetes, pero lo que más valora es que recobró la paz y la alegría.
"La practicaron con distintos nombres según la cultura: Moisés, Abraham, Jesús, el Buda Gautama, entre otros. La técnica reiki se basa en respirar profundo con los ojos cerrados, concentrarse, y dejar que la mente entre en contacto con la energía del Universo. A través de la imposición de manos en las zonas energéticas o chakras se transmite energía vital del Universo, logrando así que esas áreas reiluminadas mejoren su actividad interna, energética, química y, por ende, física", explica Yoel. El Reiki es una de las técnicas reconocidas por la Organización Mundial de la Salud como medicina complementaria o alternativa. Hay varios hospitales en todo el mundo que la emplean, y en algunos países hasta se contemplan dentro de la asistencia social. Además, existen investigaciones científicas que han comprobado que el reiki aumenta nuestras defensas, endorfinas y demás sustancias logrando así el reequilibrio del cuerpo, desde el alma.
¿Para quiénes está recomendado? "La gente que busca reiki lo hace, generalmente, a partir de su cansancio corporal, mental o emocional. El stress de la vida cotidiana es tratado con reiki y en pocas sesiones se logra una gran mejoría. Es un complemento más que eficaz para acompañar cualquier tratamiento médico o psicológico", afirma el presidente de la Asociación Americana de Maestros de Reiki, quien además aconseja no sólo tomar sesiones con un reikista, sino iniciarse en la técnica con la activación que los maestros de reiki otorgan. "De esta manera, cada persona que antes recibía Reiki, se transforma en su propio reikista, ya que es una técnica sencilla, no tiene límite de edad, religión, ni credo. El reiki aporta, Amor, Paz, Alegría. El reiki nos conecta con Dios. Muchos médicos, psicólogos y psiquiatras auspician que sus pacientes tomen reiki y practiquen Reiki. Creo que es un firme aliado de la medicina moderna", sostiene Yoel.
El reikista deja un ejercicio muy simple para todos los que lo quieran practicar: Nos sentamos derechos, inspiramos profundo por nariz y exhalamos por boca, colocamos nuestra mano izquierda a la altura de la garganta-corazón, y nuestra mano derecha en corazón-boca del estómago. Ojos cerrados, realizamos unas 70 respiraciones y sólo repetimos en nuestra mente: "Me merezco la Paz, el Amor, la Sanación, la Felicidad, ya que yo soy un hijo del Universo y doy gracias por todo y por todos". Repetimos esta oración o mantra durante esas 70 respiraciones. Cuando concluyan el ejercicio van a esatr muy relajados.
"Para muchos practicantes el reiki fue el principio a un camino de alta espiritualidad, conexión angélica, metafísica... la verdadera búsqueda de quiénes somos. Creo que todo es una sola cosa. Creo que "Todo" es Dios, sólo que lo vemos separado, tan separados como estemos de El", concluye Yoel.
Para más información de Reiki, Psicología Espiritual y Angeles, pueden visitar la página de la Asociación Americana de Maestros de Reiki: www.despertandoconciencias.com / info@lacasadeyoel.com