Sir Alex, a secas, es una eminencia en el Manchester United. Es el técnico desde noviembre de 1986 (sí, leyó bien), cuando el equipo tambaleaba y el descenso daba vueltas de punta a punta por los pasillos de Old Trafford. Su figura, la de Ferguson, habita el altar de los intocables dentro del fútbol inglés, ahí donde la solemnidad y las formas se cotizan tanto como el té de las cinco de la tarde.
Por años, pocos audaces se atrevieron a desafiar la autoridad de este solemne personaje que abre y cierra a su antojo las puertas del United. El tipo está en las decisiones futboleras menores y está en las millonarias contrataciones de jugadores. También está en las finanzas y, cuando le queda tiempo, "ayuda" en la limpieza de los baños. Un multifacético, el amigo, quien por estas horas _sin embargo_ tiene que desactivar una rebelión interna de dos peso pesados del plantel más cotizado del planeta.
Nuestro Carlitos Tevez, siempre dispuesto a cruzarse con un poderoso, le viene tirando mensajes _a través de la prensa_ para que le renueven el contrato. El ex jugador de Boca y Corinthians llegó a Manchester en 2007 co un préstamo de dos años, que finaliza a mitad de año, procedente del West Ham United. "No creo que sea jugador del Manchester United la próxima temporada. Hice todo lo posible, pero nunca me hicieron una oferta o me dieron un contrato", lanzó el Apache. Y agregó que "los hinchas me trataron como si fuera de la familia, pero el United no quiso firmar, así que no me respetan como futbolista". A no dudarlo, una declaración semejante es una ofensa mayúscula a los oídos del siempre pulcro Ferguson.
Hay más. Cristiano Ronaldo, el mejor del mundo según la última votación de FIFA, desafió _en público, para colmo_ al entrenador cuando ayer lo sacó del partido ante el Manchester City. El portugués mientras salía de la cancha le hizo un gesto de desagrado y lo insultó. Detrás de esta reacción, aseguran, estaría la inminente transferencia de Ronaldo al Real Madrid, algo que molesta al legendario Ferguson.