La asunción del nuevo presidente de Estados Unidos fue, sin duda, un acontecimiento seguido por cientos o miles de millones en todo el mundo. Y también lo hubiera querido registrar el propio Barack Obama a través de su amado Blackberry, pero la estricta Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) no quiere dejar que lo lleve con él a la Casa Blanca. Es que un presidente no puede tener un equipo que no cumpla con los férreos requisitos de seguridad que exige la Agencia.
El modelo que luce el ahora presidente es un BlackBerry 8830 World Edition, que utilizaba con la compañía Verizon. Tanto insistió en mantenerlo, que puso en jaque a los propios asesores de seguridad y al mismo tiempo le hizo una gran publicidad a la empresa Research in Motion (RIM). Publicidad que aún le puede jugar en contra a la compañía, si la NSA sigue sosteniendo que el equipo no es lo suficientemente seguro como para que lo pueda tener el primer mandatario.
Y no es que los Blackberry carezcan de encriptación. Pero su nivel de seguridad no alcanza para los requisitos de NSA. Es por eso que intentan, aún después de haber asumido, que Obama utilice algunos de los productos que recomiendan (y que a partir de esto seguramente van a tener bastante más demanda):
- Sectera Edge. Un PDA de la empresa General Dynamic, denominado rugged, es decir, diseñado para soportar caídas, golpes y condiciones climáticas extremas, y que trae un sistema de encriptación altísimo, casi imposible de decodificar. Trae Wi-Fi y Windows Mobile.
- L3. El dispositivo de Guardia todavía está en beta, pero es un producto que también garantiza la seguridad en las comunicaciones. También funciona bajo el sistema operativo Windows Mobile.
Los dos equipos deben su existencia a un proyecto del Departamento de Defensa, llamado SME-PED, que pretende garantizar las comunicaciones electrónicas de equipos portátiles, y está destinado, precisamente, para reemplazar a los populares iPhones o Blackberry.
Por ahora, Obama sigue aferrado a su gadget favorito. Sostiene que de esa manera puede estar al tanto de lo que pasa fuera de la Casa Blanca, a través del chat o e-mail, sin que le lleguen noticias filtradas. ¿Logrará mantenerlo consigo?