Hecha una bola de histrionismo apareció una vez más Silvia Süller en la pantalla de Telefe. Muchísimo más elegante que la última vez (¿recuerdan? Con ese corte de pelo que de un lado era largo y de otro prácticamente rapado), la eterna ex de Silvio Soldán comenzó a contar su presente amoroso. Se trata de un mexicano que al parecer tiene mucha plata, mucha.
Como dos amigas que se encuentran cada tanto, Susana comenzó a preguntar lo que cualquiera preguntaría: dónde lo conociste, cómo te conquistó y cuánto se quieren. Pero Silvia, con una facilidad increíble, desvió todas las preguntas hacia lo que más le gustó de su nuevo novio: la billetera.
Al parecer, este mexicano tiene una mansión de ensueño enorme en Acapulco; tan grande que se podría jugar un partido de fútbol 5 en el living armando dos arcos chicos con los jarrones ming que adornan el lugar.
Fue en este momento cuándo Susana abrió los ojos cómo si hubiera visto un fantasma. Y no es para menos, la diva de los teléfonos sabe que ahora, cada vez que se vaya de vacaciones a Acapulco, corre el riesgo de escuchar la voz de corneta de Silvia interrumpiendo su merecidísimo descanso.
Pero lo más lindo de todo es que al parecer Silvia consiguió al único mexicano pollerudo del mundo, ya que afirmó sin pudor que su nuevo Don le da todos los gustos. Y como es una compradora compulsiva parece que la tarjeta de crédito del machote azteca se derrite de todas las veces que pasa por la lectora.