Hacer clic con el botón derecho del mouse es como una caja de Pandora. Según el programa o el lugar donde se lo ejecute, mostrará una serie de opciones determinadas, que generalmente permitirán ahorrar tiempo para realizar varias funciones. Dos de las funciones más comunes son Abrir con... y Enviar a.... La primera de ellas permite indicarle a la computadora el programa que se desea ejecutar para abrir un archivo determinado, mientras que la otra función está pensada para guardar un archivo en una ubicación específica de la computadora.
Abrir con...
Cuando se hace doble clic sobre cualquier tipo de archivo, por ejemplo una foto o imagen, se ejecuta la aplicación asociada a ese tipo de archivo en concreto, por ejemplo el Paint, que es el que se encargará de abrirlo. Pero si se desea que la aplicación que lo abra sea otra distinta, como el Microsoft Photo Editor u otro programa, habrá que hacer lo siguiente: hacer clic con el botón derecho del mouse sobre el archivo en cuestión. Se abrirá el menú asociado a ese tipo de archivo, con una opción llamada "Abrir con...".
Si se pulsa sobre esa opción aparecerá la misma pantalla que cuando se trata de abrir un archivo que no tiene ningún programa asociado, y en ella será posible indicarle qué programa se desea utilizar. Si el programa no aparece en esa lista, existirá la opción de indicarle dónde se encuentra dicho programa pulsando sobre el botón "Examinar". Pero para ello será necesario saber el nombre exacto del programa y la ruta en donde se encuentra. Acto seguido sólo queda marcar la casilla "Utilizar siempre este programa para abrir este tipo de archivo".
Enviar A...
Es una de las opciones que aparecen en el menú desplegable que se abre al hacer clic con el botón derecho del mouse sobre un ícono o un archivo. Entre otras cosas, permite enviar ese archivo o icono a un sistema de almacenamiento; a un cliente de correo electrónico; al escritorio como un
acceso directo y un par de opciones más. Pero incluso es posible agregarle más opciones. Por
ejemplo, que pueda ser enviado a determinadas carpetas o incluso directamente a la impresora.
Incluso que vayan a alguna aplicación como el Notepad o el Word. Si al bajar archivos en forma desordenada de Internet van a parar todos al escritorio, esta es una buena forma de enviarlos a donde se desee, en forma rápida y cómoda. Por otro lado, hay muchos archivos que, aunque
no estén destinados a ello, se pueden leer con el Bloc de notas, o se puede tener configurada la PC para que una extensión de imagen, como .jpg, se abra con un programa determinado y en algún caso querer que lo haga con otro.