La Asociación de Reporteros Gráficos (ARGRA) inaugura una muestra en la que se exhiben fotos tiradas a la basura por dos grandes diarios. Son imágenes policiales de los años de plomo.
La Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA) inauguró en la sede de Venezuela 1433 la muestra "Archivos incompletos", donde se pueden espiar algunas fotos que no deberían existir. O al menos eso hubiera pasado si su destino se cumplía: "Fueron rescatadas hace siete años por fotógrafos socios de ARGRA que recibieron un llamado que avisaba que el diario La Razón estaba tirando sus archivos fotográficos a la basura", cuenta Lucila Quieto, desde la Fototeca de la Asociación. Lo mismo pasó en el diario El Cronista Comercial, que a su vez tenía el archivo del ya desaparecido Tiempo Argentino. Varias bolsas de consorcio llenas de sobres fueron recuperadas entonces y guardadas para una posterior visualización. "La razón por la cual un diario hace eso con sus archivos no es una pregunta que podamos contestar, simplemente porque no hay respuesta que valga", explica otra de las responsables de la muestra, Inés Ulanovsky. "Ni la falta de espacio ni la llegada de la era digital son opciones aceptables".
La clasificación de las fotos llevó algunos años: había más de 500 sobres carcomidos por el tiempo y maltrechos por la humedad, con imágenes de diferentes momentos políticos, económicos y sociales, en un rango que va desde la década del 50 hasta el 2000. Dice Lucila: "En el trabajo de clasificación fuimos separando los sobres que nos llamaban la atención por el rótulo que tenían: Subversión , Terroristas , Extremistas . Fuimos encontrando las piezas y uniendo las fotos con artículos periodísticos, reconstruyendo esas historias".
Las imágenes mostraban armas, libros, imprentas, casas, objetos y personas detenidas (en algunos casos, visiblemente golpeadas; en otros, personas en tránsito hacia un destino de asesinato y desaparición), con el sombrío ambiente de los allanamientos de la Triple A. También había retratos policiales para los prontuarios. Luego, el Equipo Argentino de Antropología Forense, el Archivo Nacional de la Memoria de la Secretaría de Derechos Humanos y el especialista Gabriel Rot se sumaron a la tarea de contar la historia por detrás de esas fotos.
Con la muestra en marcha, Quieto y Ulanovsky saben que el objetivo está cumplido. El valor de la exhibición es enorme, dicen: "Creemos que no es una casualidad que los archivos que cuentan partes de esta historia hayan estado guardados y luego fueran desechados. Pero muchos estamos atentos, buscando información. Ya dejaron de ser archivos perdidos, ahora están aquí, pueden ser vistos, leídos, repartidos. Construyen vínculos y son prueba. Testimonian".
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