Nada de calor, playa y mar. Tampoco multitudes y mucho menos un evento hartante en cuestiones propagandistas. Esta vez, se trató de un Nokia Trends reducido y con un panorama distinto: la base del Cerro Catedral, en Bariloche. La fiesta mantuvo chapa de exclusiva, ya que su capacidad se redujo a 300 invitados, quienes además, participaron del lanzamiento de la primera fase de Artemotions, el proyecto cultural que la empresa eligió para fusionar en distintas provincias, artes modernas con tradicionales.
La fiesta contó con la presencia de figuras como Karina Rabolini, Lara Bernasconi, Jessica Cirio y Benito Fernández, y se desarrolló en el local Mute, donde el inglés David Brun, creador del proyecto electrónico Swayzak, se puso en las máquinas junto a Francesco Brini y a Roger Reuter.
¿De qué va la movida? Es un concepto de arte digital y tecnologías dinámicas que intenta fusionar música electrónica con la autóctona, y nuevas metodologías de producción artística. Todo, anexado a un plan que tiene como eje la federalización. ¿Cómo? La idea es que un colectivo con artísticas fijos, recorra algunas pueblos del interior en busca de distintas conjunciones artísticas e intervenciones urbanas.
Bariloche fue la primera fase del proyecto Artemotions. Allí se realizó un espectáculo en el Centro Cívico, que mezcló la música mapuche de la cantante indígena Beatriz Pichi Malén con la música electrónica DJ Rolex y Emisor. Además, hubo intervenciones de diversos artistas plásticos (Pum Pum) y digitales que lanzaban imágenes multimedia sobre un globo aerostático y algunos plasmas posicionados delante de los protagonistas.
El show por los pagos patagónicos ya caducó, pero el colectivo tiene estimado recorrer 12 mil kilómetros hasta el 22 de septiembre, y hacer su arribo en provincias como Mendoza, Córdoba Misiones y Jujuy.