"No sé que significa ser feliz", declaró ayer Matisyahu al Sí!, mientras paradójicamente en su website informa que 2006 fue un año ridículamente excitante. El predicador reggaero del judaísmo se sube así a la nueva ola de músicos consagrados y bajoneados.
El número uno del ránking de los deprimidos lo ocupa Robbie Williams. A lo largo de todo el año pasado aseguró sentirse estresado y exhausto, razón por la que decidió cancelar varios shows de su gira Encouter Tour. Al dejar a sus fans asiáticas con la entrada en la mano y el corazón partido, no le quedó más opción que confesar que su ánimo estaba por el subsuelo y que ni ganas tenía de subirse a un escenario. Descansó y retomó sus compromisos, entre los que estaban incluidos los dos recitales que dio en el país.
Recientemente, Mandy Moore, cantante y actriz estadounidense de 22 años, manifestó a la revista Jane que se encontraba luchando contra una terrible depresión. ¿Motivos? Se desconocen, simplemente esta joven y hermosa mujer dijo que se sentía sola.
"Soy una persona muy positiva y siempre he visto la mitad del vaso lleno. Es como si alguien me hubiese cambiado. Quiero saber por qué", anunció. Mientras averigua las causas de su angustia, su carrera sigue en ascenso. Los 6 discos que editó vendieron 10 millones de copias y ahora se encuentra preparando el lanzamiento de su próxima producción que será editada por Sony.
¡Arriba el ánimo, che! Que seguramente haya cosas peores que vivir de lo que a uno le gusta, cobrar fortunas por hacerlo y ser reconocido mundialmente.