Río de Janeiro vivió horas de terror y conmoción tras un megaoperativo policial contra el narcotráfico en las favelas de Alemão y Penha, que dejó un saldo de muertos que todavía genera confusión y polémica.
Mientras el gobierno local habló de 121 fallecidos –117 sospechosos y 4 policías–, otras fuentes oficiales y la Defensoría Pública del estado elevaron la cifra a 132 víctimas fatales.
La situación se volvió aún más dramática cuando, durante la noche y la madrugada, vecinos de las favelas recuperaron decenas de cuerpos en una zona boscosa de Vacaria, en la Serra da Misericórdia, donde se concentraron los enfrentamientos más violentos del martes.



Según reportes, 72 cadáveres fueron hallados y trasladados por los propios habitantes a una plaza de la barriada de Penha, sin ayuda de las autoridades.
Escenas de dolor y calles vacías tras la masacre
Las imágenes recorrieron el mundo: cadáveres de hombres tendidos en el suelo, alineados uno al lado del otro, mientras familiares y vecinos, en su mayoría mujeres, buscaban desesperados a sus seres queridos entre los cuerpos. La operación de rescate fue liderada por madres, hermanas y esposas que salieron a buscar a sus compañeros, hermanos o hijos en medio de la desolación.

La ciudad de Río de Janeiro amaneció en shock, con calles vacías y escuelas cerradas. El caos se apoderó de la zona norte, donde los narcotraficantes respondieron a la redada con bloqueos en varias vías, lo que provocó la interrupción de un centenar de líneas de colectivos y el cierre de decenas de centros de salud.
El saldo oficial y la polémica por las cifras
El operativo, que movilizó a 2.500 agentes, tenía como objetivo ejecutar 100 órdenes de arresto contra miembros del Comando Vermelho, una de las bandas narco más poderosas de Brasil. El martes, antes del hallazgo masivo de cuerpos en el bosque, el balance oficial era de 64 muertos, incluidos 4 policías.

Sin embargo, tras la recuperación de los cadáveres por parte de los vecinos, la cifra se disparó y la Defensoría Pública advirtió que el número final podría llegar a 132 víctimas. La entidad criticó con dureza la brutalidad del operativo y la falta de asistencia a las familias.


