Distanciándose de algunas formas de crianza con apego, Victoria Vannucci (31) vive su propia experiencia, con la premisa central de no "descuidar a la pareja". Con esta postura, la mujer de Matías Garfunkel (40) se opuso rotundamente al colecho, modalidad que popularizó Paula Chaves, al contar su decisión –y la de Pedro Alfonso- de compartir su cama con Olivia (1 año y 4 meses).
"No permitimos que los chicos duerman con nosotros. Pueden venir a jugar un ratito antes de hacer la siestita, pero cada uno tiene su habitación. Tratamos de tener eso bien claro porque es la base de la pareja".
"Está comprobado científicamente que los chicos que duermen en la cama de los padres, de bebés, de grandes no se pasan de cama. ¡Yo me pasé de cama hasta los 13 años! (…) Es un nuevo método de crianza que se llama crianza con apego, y está buenísimo", le dijo Paula a Marcelo Tinelli, en ShowMatch, abriendo el debate.
Vannucci, que fue madre por segunda vez hace cuatro meses de Jorge Napoléón (también tiene a Indiana, de 1 año y 9 meses), habló con la revista Caras de su intimidad y se opuso, rotundamente, al "colecho".
"No permitimos que los chicos duerman con nosotros. Pueden venir a jugar un ratito antes de hacer la siestita, pero cada uno tiene su habitación. El lugar del padre y de la madre, es del padre y la madre. Tratamos de tener eso bien claro porque es la base de la pareja. Si lo permitimos, le restamos a nuestra intimidad y al fuego que hay entre nosotros, de lo que todo nace. Porque una pareja feliz hace a una familia feliz e hijos felices. Con Matías respetamos nuestros momentos. Puedo estar cansada, con mucho trabajo, pero esos encuentros son los que hacen que sigamos vibrando juntos", declaró, evidenciando que, para mantenerse unidos, la independencia de espacios debe respetarse.
"Yo tengo el erotismo en las venas, es un fuego interno que nunca se apaga".
Para muchos, la crianza con apego diluye la pasión y la intimidad en la pareja, y Victoria no está dispuesta a disminuir sus pasionales encuentros con el millonario. "Yo tengo el erotismo en las venas, es un fuego interno que nunca se apaga", concluyó, afirmando que la maternidad no hizo que baje su deseo.