Están todos en la casa de Augusto con… ¡una carpa armada en el living! De adentro sale Emilio vestido de explorador y le pide a Augusto, que está con el cronómetro de su celu, que le diga cuánto tardó en armar la carpa. “Tres horas, 47 minutos”… ¡una barbaridad! ¡Menos mal que Emilio fue boy scout de chico y “de ahí sus conocimientos sobre técnicas de supervivencia y camping”!
Peter les dice que no hace falta saber eso, porque en su celu tiene todo lo necesario: servicio meteorológico actualizado, una aplicación que es linterna, un “buscador de leños” (!desopilante!) y un ultrasonido para espantar animales salvajes, aparte de que cargó crédito y multiplicó.
Emilio, que no quiere perder el protagonismo, dice que los va a poner a prueba con “un par de situaciones hipotéticas para ver cómo responderían ante ellas”. Situación n°1: están rodeados por animales salvajes. Augusto propone usar el ultrasonido. Peter, en cambio, encuentra en la carpa una bolsa con alimento balanceado y Emilio lo felicita porque esa es la respuesta correcta: “¡le damos comida para calmar a las fieras!”, explica. ¡Menos mal que se están yendo de viaje a Tandil… ni que fuera la selva!
Situación n°2: llueve y se inunda el campamento. Nadie sabe qué hacer, por lo que Emilio saca de atrás del sofá… ¡un bote inflable de juguete! ¡Increíble! Sofi enseguida se sienta en la proa y se pone con los brazos estirados como si fuera la escena de Titanic, a lo que Emilio, rápido, la agarra de la cintura. ¡Qué jugador!
Juli dice que le “preocupa mucho más la convivencia que cualquier animal salvaje u otra cosa”… ¿Con quién dormiría cada uno de los chicos? Peter propone hacer un simulacro… “¡Como si fuera un pijama party!”, grita Sofi, en otra de sus clásicas salidas. Se meten todos adentro de la carpa y el último en ingresar es Emilio… ¡que se tira en palomita encima de todos!
¿Cómo habrá terminado el campamento?
Están todos en la casa de Augusto con… ¡una carpa armada en el living! De adentro sale Emilio vestido de explorador y le pide a Augusto, que está con el cronómetro de su celu, que le diga cuánto tardó en armar la carpa. “Tres horas, 47 minutos”. ¡Una barbaridad! ¡Menos mal que Emilio fue boy scout de chico y “de ahí sus conocimientos sobre técnicas de supervivencia y camping”!
¡Una carpa armada en el living!
Peter les dice que no hace falta saber eso, porque en su celu tiene todo lo necesario: servicio meteorológico actualizado, una aplicación que es linterna, un “buscador de leños” (!desopilante!) y un ultrasonido para espantar animales salvajes, además de que cargó crédito y multiplicó.
"¡Le damos comida para calmar a las fieras!", explica Emilio. ¡Menos mal que se están yendo de viaje a Tandil… ni que fuera la selva!
Emilio, que no quiere perder el protagonismo, dice que los va a poner a prueba con “un par de situaciones hipotéticas para ver cómo responderían ante ellas”. Situación N°1: están rodeados por animales salvajes. Augusto propone usar el ultrasonido. Peter, en cambio, encuentra en la carpa una bolsa con alimento balanceado y Emilio lo felicita porque esa es la respuesta correcta: “¡Le damos comida para calmar a las fieras!”, explica. ¡Menos mal que se están yendo de viaje a Tandil… ni que fuera la selva!
Situación N°2: llueve y se inunda el campamento. Nadie sabe qué hacer, por lo que Emilio saca de atrás del sofá… ¡un bote inflable de juguete! ¡Increíble! Sofi enseguida se sienta en la proa y se pone con los brazos estirados como si fuera la escena de Titanic, a lo que Emilio, rápido, la agarra de la cintura. ¡Qué jugador!
Juli dice que le “preocupa mucho más la convivencia que cualquier animal salvaje u otra cosa”… ¿Con quién dormiría cada uno de los chicos? Peter propone hacer un simulacro… “¡Como si fuera un pijama party!”, grita Sofi, en otra de sus clásicas salidas. Se meten todos adentro de la carpa y el último en ingresar es Emilio… ¡que se tira en palomita encima de todos!
¿Cómo habrá terminado el campamento?