El despido de una vestuarista desató en América una lucha de intereses entre las autoridades y el Sindicato de Trabajadores de Televisión. La conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo de la Nación concluyó, y como las partes no llegaron a un acuerdo, el gremio decidió implementar paros intermitentes.
El jueves Liliana Parodi, directora de Programación del canal, le había dicho a Ciudad.com: "Nosotros tratamos de mantener la pantalla con la cobertura que podamos lograr fuera del problema legal. A veces salimos en vivo con la gente que volvió del paro porque es un paro intermitente. Paran tres horas y vuelven".
Este viernes, Intrusos sufrió las consecuencias de la huelga y el programa de Jorge Rial salió desde una disco de Palermo (Niceto) y la emisión fue, lógicamente, bastante accidentada.
A las 15.30, cuando debía terminar la emisión del ciclo de espectáculos para darle paso a Los unos y los otros, Rial, sorprendido, preguntó al aire: "¿Tenemos que meter un cortecito? ¿Todavía no? ¿Vamos hasta las cuatro? Me están pidiendo media hora más...". Entonces, Marcela Tauro se sumó a la charla.
Tauro: -¡Pero al aire lo piden!
Rial: -Me encanta porque piden media hora más y al aire...
Tauro: -Y los que tenemos cosas que hacer, ¿qué hacemos?
Minutos más tarde, ya con el programa extendido, el tema era el delicado estado de salud de Santiago Bal. Rial, entonces, mandó a un tape de archivo en el que el propio actor se explayaba meses atrás sobre su estado, en diálogo con Luis Ventura para Secretos Verdaderos. Sin embargo, el extracto que salió al aire era de Ventura preguntándole a Bal por...¡su affaire con Fabiana Liuzzi! El actor y el periodista casualmente hablaban de quien tiempo después se convertiría, en medio de un escándalo, en la madre del tercer hijo de Ventura.
Rápidamente volvieron al piso y Rial, ahora un tanto molesto, pero entendiendo la situación irregular en la que se trabajaba, reclamó: "Chicos, de esta manera es una joda... Fíjense bien, vayan a ver qué ponemos en el aire porque sino quedamos como boludos nosotros. Pido disculpas por lo que pusimos al aire. No era lo que estaba previsto. Ya sé que no era el tape, me di cuenta ni bien arrancó (risas). Ahora sí, vamos al compacto". Acto seguido se levantó de su silla, como no queriendo ver lo que iban a mandar al aire, con una sonrisa en su rostro. Pero esta vez el video fue el correcto.
Cuando faltaban pocos minutos para las 16, el conductor, que intentó ponerle buena onda a la situación, entre risas irónicas finalizó: "¿Ya nos tenemos que ir? La estábamos pasando bárbaro de verdad. Nos vamos. Gracias a la gente de Niceto, a Damián que nos maquilló. Espero que el lunes, más allá de que nos sentimos muy bien acá, podamos estar en nuestra casa, en América. Queremos que todo esté bien, así que, bueno... ¡Ya acabo de agradecer! (dirigiéndose a alguien detrás de cámara). Tengo una producción que no me escucha. ¡Me hacen sentir como en casa! Buen fin de semana, el lunes, ¡el lunes volvemos!".