"La gente en la calle no me hace ningún comentario del romance con Paula. Todo es en función de mi trabajo, ojalá que siga siempre así. Eso sólo ya es suficiente".
Somos familia, la novela del prime time de Telefe, debe contar con el récord televisivo de parejas formadas dentro de una tira. Ana María Orozco y Maxi Ghione, Barbi Vélez y Augusto Schuster, y Paula Morales (32) y Fabián Vena (45), esta última, quizá la más sorpresiva de todas.
Los actores encarnan a Pablo y Julieta, quienes viven una apasionada relación en la tira protagonizada por Gustavo Bermúdez. Pero entre escena y escena, Paula y Fabián fueron tejiendo su romance hasta que, finalmente, lo blanquearon frente a todos en un festejo junto a sus compañeros.
Vena, quien actualmente se presenta en el teatro Cervantes con la obra Sacco y Vanzetti, habló con Ciudad.com. Aseguró que trabajar con su novia es igual que con cualquier compañero y que el público en la calle no le hace comentarios sobre el romance. Además, enfatizó su extremo recelo a hablar de su intimidad.
- ¿Como es la experiencia de Somos familia?
- Es maravilloso compartir con el público lo que hemos hecho. Es una tira y un personaje que voy a adorar siempre porque reúne todas las condiciones de una comedia familiar para todas las edades. Con un elencazo que le da actualidad y cierta modernidad. Bien craneada, bien escrita, bien dirigida y bien actuada. Guardo grandes encuentros profesionales de la tira. Ojalá pronto nos volvamos a encontrar, fue fabuloso.
"La dinámica con Paula es como con cualquier compañero. No creo que haya un guiño extra de complicidad".
- ¿Qué fue lo que más te gustó de Pablo, tu personaje?
- Estoy muy contento y orgulloso porque me encantó construirlo desde la imaginación y que se vuelva tan sólido, tan necesario y tan querido. Tiene vida propia, me dio la posibilidad de mostrar distintas caras y todo su brillo. El romanticismo que tiene con Julieta es una historia bellísima. Estoy feliz y satisfecho.
- Tu personaje es bastante atento a la cuestión física. ¿Vos sos un tipo coqueto?
- Todo lo que esté relacionado con el cuidado estético, se lo dejo a mis personajes. Vivo tanto tiempo convocado por personajes que mi pelo, mi barba, mi aspecto y mi imaginación van siempre en función de los personajes que estoy haciendo o voy a construir. Para ellos, todo. Todas las cremas, todos los brushings, todos los postizos, la ropa que jamás en mi vida usaría, peinados que jamás osaría tener. Pero cuando empieza mi vida, te aseguro que ni me miro al espejo.
- ¿No usás cremas, por ejemplo?
- No tengo un bolso con cremas cuando me voy de vacaciones. Obviamente, sí los mínimos cuidados para mantener vivos a esos personajes y brindarles el cuerpo, la mente, el espíritu y el corazón. Uno tiene que estar atento a esas cosas. Cuando no me toca hacer nada, descanso de todo eso, me descontamino. Me dejo crecer el pelo y la barba. No tengo un sentido de apego a lo estético.
"Ni me miro al espejo. Cuando no trabajo, me descontamino. Me dejo crecer el pelo y la barba. No tengo un sentido de apego a lo estético".
- Recién hablabas de la bella historia de amor entre Pablo y Julieta, que se terminó convirtiendo en realidad. ¿Qué te dice la gente en la calle?
- La verdad es que no me hacen ningún comentario. Soy tan responsable de mi trabajo que mi carrera me ha permitido construir un contacto con la gente muy fiel y respetuoso. No entra en ningún comentario que no sea en función de mi trabajo y lo que les provoco. No me interesa que la gente se ocupe de mi vida privada y cómo funcionan en sus emociones y sentimientos. Incluso, a mí me da pudor saber algunas cosas de otros. Te repito, a mí la gente no se me acerca para hablar de mi vida privada. Las muestras de afecto son en función de mi trabajo. Ojalá que siga siempre así, saberse reconocido y que tu trabajo provoca placer. Eso sólo ya es suficiente.
- ¿Y cómo fue la dinámica de trabajo con Paula?
- De la misma manera que con cualquier otro compañero. La dinámica es una sola. Las reglas son siempre las mismas y son clarísimas. Hay que saber trabajar, vivir en en la convivencia diaria, saber disfrutar. Es altamente profesional, de muchísima exigencia y convencido de saber que lo que hacemos nos gusta. Tanto con Paula o cualquier otro compañero. Si uno puede hacerlo en armonía, en alegría y con ganas, se termina de completar el combo.
- Me sorprende, ¿no hay un guiño extra de complicidad?
- Te vuelvo a repetir, no creo que haya nada más de lo que hay en un ámbito de trabajo. Somos personas grandes, tengo 30 años de trabajo y Paula tiene los suyos. Los códigos de laburo, son los códigos de laburo. Si querés que te conteste algo de la intimidad, no lo voy hacer y tampoco me interesa demasiado hablar.