Sólo con ver las imágenes de esos niños con cáncer te parte el alma, pero el hecho que puedan al menos cumplir un sueño es más que suficiente para emocionarte hasta las lágrimas.
Y gracias a Dios hay gente que hace que estos pequeños puedan sonreír y alegrarse mientras luchan por su vida. A los integrantes del Hospital Amaral Carvalho, que está situado en Jaú, a 300 kilómetros de São Paulo, se les ocurrió una idea brillante: desarrollar un juguete para hacer más fácil la estancia de estos niños que están allí internados lejos de su familia.
Les preguntaron a estos pequeños qué eran lo que más extrañaban y casi todos respondieron que era a sus padres, abuelos, tíos, compañeros de escuela, decidieron que debían hacer algo para lograr tenerlos cerca de alguna manera. Así es como nació Elo, un oso de peluche muy especial que, gracias a la tecnología, pueden escuchar mensajes de audio que sus familiares graban vía WhatsApp. Sólo tienen que apretar en el bracito del muñeco para poder escuchar la voz de su ser querido.
Una idea brillante para una buena causa.
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