Para entender la historia, hay que retroceder algunos casilleros... El inmueble de Avenida Libertador, cuyo titular era Diego Maradona, era la garantía de una casa que alquilaba El Diez en Barrio Parque… y que dejó de pagar. El propietario inició acciones legales y así fue como Guillermo Coppola, su ex representante, quedó al borde de perder el lujoso piso de 326 metros cuadrados.
El inmueble de Avenida Libertador, cuyo titular era Diego Maradona, era la garantía de una casa que alquilaba El Diez en Barrio Parque… y que dejó de pagar. El propietario inició acciones legales y su ex representante quedó al borde de perder el lujoso piso de 326 metros cuadrados.
El precio de base para la venta era 4.188.000 pesos, pero Guillote consiguió el dinero. “Siempre tuve amigos dispuestos a ayudarme. La plata ya está. Tampoco es tan importante el tema del dinero. En la vida aprendí que es algo que va y viene", declaró Coppola en diálogo con Diario Popular.
Mucho más calmo que en los agitados días junto a Diego, sumó descripciones de su presente mediáticamente “austero”: "Yo digo que la vida es un flash, y hay que vivirla como tal. Despertar todas las mañanas es una alegría. Todos tenemos problemas, pero trato de analizar cómo superarlos. Tengo cuatro hijas, dos nietos, una vida activa en todo sentido, en lo profesional y en lo familiar. Y siempre trato de encontrar el momento para la diversión", destaca Guillote en una nota con Diario Publicable. “Antes me acostaba a las cinco y a las ocho me levantaba. Hoy me levanto a la misma hora, pero muerto. Necesito más tiempo de recuperación.”
“Me gustaba pasarla bien. Y conocía a muchas mujeres. La infidelidad es parte de la vida. Ellas sabían que yo salía y que me iba a divertir, pero tenían la tranquilidad de que volvía. Ahora cambié. Puedo decir que me agarró la monogamia de grande. Me dió a Elisabetta, una nena preciosa, y me contiene día a día. La amo”, cerró el empresario. ¿Nace un nuevo Coppola?