Natalia Oreiro comenzó su (exitosa) carrera hace veinte años y creció frente a la mirada del público: se enamoró, se separó, tuvo éxitos, atravesó fracasos, se volvió a enamorar, se casó y se convirtió en la orgullosa mamá de Merlín.
Sobre todos esos temas habló en una extensa entrevista con la revista, donde sorprendió con algunas de sus declaraciones más íntimas.
"La fidelidad es algo que imponen los seres humanos. No me parece que sea natural. Lo que no perdono es la traición".
SU AMOR CON RICARDO MOLLO
- “Todos los proyectos personales y de trabajo, los analizamos juntos. Inclusive, él ha pospuesto algunos conciertos sólo para acompañarme y estar conmigo. Desde el primero momento que lo vi, y fuimos amigos, ha sido un hombre de un gran corazón y una sensibilidad especial”.
- “Lo que sentí cuando conocí a Ricardo es que él no quería de mí que fuera Susanita. Porque yo nunca fui Susanita. Mollo me amó a mí, con todo lo que era, lo bueno y lo malo, y siempre me dio mucha libertad”.
¿CÓMO ES MERLIN?
- “Es un nene muy simpático. Se ríe mucho y es súper relajado. Viaja en avión (por mis compromisos profesionales) desde que tiene seis meses. Y se porta como un santo. Sólo llora si tiene hambre o me extraña. Ya tiene dientes, toma la teta, y de a poquito está comenzando a comer”.
"Me he sentido atraída por el sexo femenino. Me parece mucho más bella la mujer desnuda que el hombre".
- “Le encanta el agua, y es como nosotros, vegetariano. La idea es que Merlín crezca junto a sus padres comiendo lo mismo que nosotros. Ahora incorporé el salmón, cosa que no comía hace quince años. Pero, si el nene va a la casa de la abuela, y ella le prepara una milanesa, también va a estar todo bien”.
LA INFIDELIDAD, EL SEXO Y LAS MUJERES
- “La fidelidad es algo que imponen los seres humanos. No me parece que sea natural. Lo que no perdono es la traición. Creo que puedo perdonar una infidelidad. He perdonado infidelidades”, asegura a la vez que admite que ella también ha sido infiel.
- “Me he sentido atraída por el sexo femenino. Me parece mucho más bella la mujer desnuda que el hombre. Y sí, puedo apreciar la belleza femenina y sentirme atraída. Tengo cierta atracción con el mismo sexo”, dispara aunque asegura que nunca tuvo sexo con una mujer.
- “¿Un trío? No, no me va. Sería raro para mí. Desconozco. Temo que se rompa algo de ternura que sólo se da en la intimidad y de a dos”.
"Siento que Pablo y Nancy tienen una familia divina y hace muchos años que lo observo. Además, los veo muy parecidos".
SU PASADA RELACIÓN CON PABLO ECHARRI
- “Si yo no hablo de Pablo, es porque soy muy respetuosa de nuestras familias. Y no me gustaría que algo que yo pueda decir, trascienda nuestra charla y pueda herir a alguien. A Pablo lo recuerdo con mucho cariño y para mí es una pena no poder ser su amiga”
- “No sé… siento que con Pablo transité un momento muy lindo de mi vida y que, por mi personalidad, me hubiera gustado continuar un vínculo con él. No de ser íntimos amigos, pero sí, de saber cómo está el otro, o si el otro necesita algo. En distintos momentos importantes, durante estos últimos años me he acercado a él para ver cómo estaba o si necesitaba algo. Pero luego eso no continuó”.
- “Aceptaría trabajar con él. Siento que Pablo y Nancy formaron una pareja preciosa. Sinceramente, no soy una persona que se aferra a situaciones que ya pasaron y, la verdad, es que siento que ellos tienen una familia divina y hace muchos años que lo observo. Además, los veo muy parecidos. Entonces, a mí eso me pone feliz. Siento que él encontró a alguien que lo ama tal como es. Y yo encontré a alguien que me ama tal como soy, en ese sentido…”.
- “Él sigue siendo un hombre muy atractivo. Yo era muy chiquita, y estuvimos seis años juntos, con muchas idas y vueltas”.
“PALITO” PARA IVÁN NOBLE
- Cuando el periodista le pregunta por su comentado romance con el ex de Julieta Ortega, Natalia dispara: “¿Qué? Nunca estuve con Iván Noble. Estuve una vez, y él se encargó de contarlo. Y yo estaba sola, no estaba en pareja”.
- Luego, al ser consultada sobre si se cruzó alguna vez con Iván, Oreiro responde: “No, no existe en mi vida. No fue el primero ni el único con el que estuve una vez”.