Tras una complicación cardiológica que lo hizo entrar en paro, el último fin de semana, el corazón de Alfredo Distéfano dijo basta.
El emblemático crack del fútbol argentino, una de las máximas figuras del deporte mundial, murió a los 88 años en el Hospital Gregorio Maranón, en Madrid. Por estos días, se desempeñaba como presidente honorífico del Real Madrid. Ya en 2005 había padecido un infarto, que desencadenó en una colocación de bypass.
Una gran pérdida.