El JoyaGate amenaza con convertirse en una pesadilla para Moria Casán, quien sigue bajo la mira de la Justicia de Paraguay, a pesar de haber acordado una compensación económica con el empresario joyero Armando Benítez, afectado por el hurto.
El principal problema es que entre los magistrados y funcionarios paraguayos las irreverentes declaraciones de Luciano Garbellano causaron una pésima sensación, y pretenden reivindicar a la institución y al país con un fallo ejemplar, según contó Mauro Szeta.
Sobre la diva pesa un pedido de captura internacional, ya que no regresó al país limítrofe para declarar tras el escándalo, como sí hizo su asistente Galo Sotto quien terminara tras las rejas durante una semana luego que lo beneficiaran con una probation. Justamente, Moria no quiere que la retraten esposada, dado que la causa sigue abierta.
Por lo pronto, los tribunales argentinos rechazaron los pedidos de extradición, pero el martes el Juez Federal de Morón sentenciará si mérito para trasladar a Moria para que sea juzgada en Paraguay. Sin embargo, la controversia internacional podría dilatarse y escalar hasta que la mismísima Corte Suprema dictamine sobre la extradición de Moria Casán. Lapso en el cual la diva no podría viajar al exterior ya que sería detenida por Interpol.