Con Isabel II, la monarca más longeva del mundo sentada al trono, y los escándalos familiares a la orden del día, la casa real británica siempre ha generado tanto interés como admiración y críticas. Un combo atractivo e inspirador para guionistas y productores, que no temieron explorar muchos de esos conflictos. Aquí, cuatro de las series que se animaron a hurgar en las luchas internas e intrigas de la monarquía británica.
Se trata hasta la fecha de uno de los shows más costosos y premiados de Netflix y el que cuenta los años de reinado de la Reina Isabel II, tras su ascenso al trono después de la muerte de su padre a la edad de 25 años. También desnuda sus aciertos y tropiezos, y el paso de sus ministros, como el famoso Winston Churchill.
The Tudors
Con la familia Tudor como uno de los linajes más importantes de la monarquía británica, la serie retrató la vida de Enrique VIII, famoso en los libros de texto por romper con la tradición inglesa, divorciarse de su esposa, Catalina de Aragón, y romper con la iglesia católica para comenzar con el anglicanismo. ¿Su objetivo? Complacer a su amante Anne Boleyn y hacerla reina.
The Hollow Crown
La miniserie que la BBC de Londres estrenó en 2012 reunió tres obras de Shakespeare: Richard II, Henry IV Parte I y II y Henry V. Así fue como la ficción abordó temas como el poder, la traición y familia, denominadores comunes en la monarquía.
The White Queen
Situada mucho antes de que los Tudors lograran el control del Reino Unido, la ficción presenta el momento histórico en el que la lucha por el trono se dividió entre las familias York y Lancaster. La primera logró coronar a su heredero, pero cuando el joven rey se enamoró y casó con una plebeya, todo cambió.