El Bailando desafía a los participantes a sortear dificultades impensadas. Sin dudas, la dupla Hernán Piquín-Noelia Pompa fue una de las más llamativas de este concurso. Los dos “morían” por estar en el certamen, pero jamás pensaron que terminarían enfrentados y rodeados de escándalos.
La relación se quebró por primera vez cuando Noelia decidió viajar sola a conocer a los protagonistas del sueño. Este hecho fue tomado como una traición por Piquín.
Primero, lucharon contra el prejuicio: los motivos por los que los habían convocado, a quien le servía más de los dos, o si el morbo era el fuerte de la pareja... Este escollo fue vencido ampliamente con el talento de la tríada: coreografías excelentes de Mariela Anchipi, la genialidad de Piquín para la danza y la aptitud física de Noelia. Pero este grupo se vio resquebrajado por primera vez, cuando Noelia decidió (unilateralmente) viajar sola a conocer a los protagonistas del sueño. Este hecho fue tomado como una traición por su partenaire, quien hizo pública la queja en los programas de chimentos y ante la producción. Con unas disculpas de la supuesta “traidora”, se solucionó el tema pero comenzaron las grietas.
Superado el primer conflicto, por caso, comenzó la guerra con los jurados. Marcelo Polino y Moria Casán se encargaron de señalar actitudes irritantes de los participantes. Polino fue por el carril desbaratador del discurso políticamente correcto del bailarín (“No le digan enana”, pedía Hernán); mientras que Moria bajó “del pony de telgolpor” a Noelia, que se mostraba altanera en algunas actitudes.
Todo parecía encaminarse hasta que Noelia Pompa se partió la cabeza y fue reemplazada por una “enana” más popular. Tras la gran performance con Marcela Feudale, los fantasmas de inseguridad salieron a flote. La tercera en discordia fue catalizadora de las diferencias de la dupla. Y a pesar de la reciente lesión, Noelia volvió a los ensayos para evitar el reemplazo, pero lo hizo sin la fuerza suficiente, con mareos, y negada a postergar la vuelta, a pesar del pedido de su equipo de no hacer papelones en el programa.
El bailarín comenzó a pasar facturas: se quejó por las llegadas tarde a los ensayos, la dificultad para memorizar las coreos y la soberbia de no admitir un reemplazo.
El bailarín se enojó y comenzó a pasar facturas: se quejó por las llegadas tarde a los ensayos, la dificultad (de Noelia) para memorizar las coreos (3 días) y la soberbia de no admitir un reemplazo. “Antes muerta”, habría soltado la ex bailarina de Los Grosos, que finalmente malogró la coreo y tanto Piquín como Chipi quedaron expuestos, sin que Noelia se hiciera cargo del error.
Sin embargo, el participante enfrenta ahora un momento crucial: fue acusado de "ñoqui” en Villa Gesell. Según un pedido de informes, archivado por el oficialismo de la comuna, se conoció que Hernán Javier Piquín figura como planta permanente (con legajo 3145) en la categoría de Diseño, Gestión y desarrollo cultural. Por ahora, no precisó qué reporta a Gesell, si es solamente la imagen institucional, cuánto cobra por su función, ni por qué ocultó este trabajo. En una entrevista a un portal de la localidad costera, el concursante de Showmatch apenas declaró: “Me sorprendió el llamado del Intendente Jorge Erneta para ser Embajador Cultural y la cara de la ciudad. Eso quiere decir que cuando tengo oportunidades de hacer funciones, le digo las fechas y vengo”.
Es duro el camino hacia “la final”, y la fortaleza de los competidores es fundamental en momentos de crisis.