Cuando se acerca el calor, el ventilador vuelve a ser protagonista y un gran aliado para refrescarse con un costo menor que el que insume el aire acondicionado. Pero si pasó meses guardado o en desuso, es probable que tenga una capa de polvo que no solo afecta su rendimiento, sino también la calidad del aire.
Antes de volver usarlo todos los días, conviene hacerle una limpieza a fondo para asegurarse de quitar toda la suciedad.
La buena noticia es que no hace falta desarmarlo ni perder tiempo con herramientas. Con un truco casero que combina agua caliente, detergente, vinagre y bicarbonato, se puede eliminar la suciedad acumulada sin esfuerzo.
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Además, este método ayuda a mantener el ventilador en buen estado y a que funcione mejor, evitando el olor a polvo quemado o el aire pesado típico de los primeros días de uso.
Una mezcla casera que limpia y desinfecta
La clave está en preparar una solución con ingredientes que desengrasan, desinfectan y eliminan el polvo. Solo necesitás un atomizador o pulverizador y unos minutos para hacerla. Para prepararla, mezclá:
- 150 mililitros de agua caliente
- Una cucharada de detergente
- Una cucharada de vinagre de alcohol
- Una cucharadita de bicarbonato de sodio
Agitá bien el atomizador para integrar todo. Esta combinación aprovecha el poder del vinagre para desinfectar, el bicarbonato para aflojar la suciedad y el detergente para arrastrarla. Es un limpiador multiuso que también podés usar en superficies de cocina o baño.
Paso a paso: cómo limpiar el ventilador sin abrirlo
Una vez que tengas lista la mezcla, el proceso es muy sencillo y no requiere desarmar nada. Lo único que vas a necesitar, además del atomizador, es una bolsa plástica grande.
- Rociá la mezcla sobre las aspas y las rejillas del ventilador. Cubrí bien todas las zonas visibles.
- Colocá la bolsa alrededor del ventilador, procurando sellarla en la base para que no se escape el líquido.
- Encendé el ventilador durante unos minutos: el movimiento hará circular el aire y distribuir la mezcla, limpiando las partes internas.
Al finalizar, apagalo y dejalo reposar unos minutos. Luego s tiene que retirar la bolsa con cuidado y, si querés, pasá un paño seco para quitar cualquier resto de humedad. Se va a notar cómo las aspas vuelven a brillar y, como consecuencia, el aire saldrá con más fuerza.
Por qué conviene usar este método
Limpiar el ventilador de esta forma tiene varias ventajas frente a otros métodos que implican desarmarlo o usar productos más agresivos que no siempre son del todo efectivos.
Primero, ahorra tiempo: en pocos minutos se logra una limpieza efectiva sin necesidad de herramientas. Segundo, evita daños, ya que no hay que manipular las piezas ni forzar el motor. Y tercero, es económico y sustentable, porque usa ingredientes comunes y biodegradables.
Además, mantener el ventilador limpio mejora la eficiencia de este electrodoméstico, reduce el consumo eléctrico y ayuda a respirar un aire más fresco y libre de polvo. Un pequeño hábito que hace una gran diferencia en los días de calor.