Tener una cocina sin alacena puede parecer un desafío, pero existen muchas soluciones inteligentes para mantener el orden y optimizar el espacio sin perder estilo.
Desde estantes flotantes hasta organizadores colgantes, te contamos cómo transformar tu cocina en un ambiente funcional, aunque sea pequeña.
🧂1. Aprovechá las paredes
Las paredes son tus mejores aliadas cuando no tenés alacena. Instalá estantes flotantes o repisas abiertas para colocar vajilla, frascos o especias. También podés sumar barras metálicas con ganchos para colgar utensilios, tazas o sartenes.
Además de prácticos, le dan un toque moderno al ambiente.
🍽️2. Usá canastos y cajas apilables
Los organizadores de mimbre, acrílico o madera son ideales para guardar alimentos, condimentos o productos de limpieza. Podés colocarlos dentro de muebles bajos o sobre mesadas.
Si los rotulás, además vas a tener todo a la vista sin perder tiempo buscando.
🥫3. Sumá estanterías móviles o carritos
Un carrito auxiliar con ruedas puede convertirse en tu nueva alacena portátil. Elegí uno con varios niveles para guardar desde alimentos no perecederos hasta botellas o pequeños electrodomésticos.
Lo mejor: podés moverlo según lo necesites.
🍵4. Aprovechá el espacio sobre la heladera o el horno
Muchas veces se desaprovechan esos centímetros extra. Usá ese espacio para colocar canastos o cajas decorativas donde guardar lo que no necesitás usar todos los días. Eso sí, asegurate de que no se recalienten si están cerca del horno.
🍋5. Colgá utensilios y tablas
Otra forma de liberar espacio en cajones y mesadas es colgar tablas de madera, cucharones o coladores. Podés usar rieles, barras magnéticas o incluso percheros decorativos. Además, aportan un toque rústico y cálido.
🧺6. Usá el interior de las puertas
El reverso de las puertas de los muebles bajos puede convertirse en un mini espacio de guardado. Colocá ganchos o pequeñas rejillas para guardar tapas, repasadores o bolsas reutilizables.
🌼7. Apostá por lo decorativo y funcional
No todo tiene que esconderse. Los frascos de vidrio con pastas, legumbres o cereales pueden cumplir una doble función: decorar y organizar.
Elegí envases iguales o del mismo estilo para mantener una estética ordenada y visualmente limpia.
No tener alacena no significa vivir en el caos. Con un poco de creatividad y planificación, podés ganar espacio en la cocina, mantener el orden y hacer que cada rincón tenga su función.
La clave está en aprovechar la verticalidad, incorporar muebles multifunción y elegir organizadores inteligentes.