Apagar un sahumerio soplando es una costumbre común, pero según las tradiciones espirituales y expertos en aromaterapia, no es la forma adecuada de hacerlo.
Esta práctica, que parece inofensiva, puede interferir con el propósito energético del ritual y afectar el entorno que se busca armonizar.
❌ ¿Por qué no hay que soplar un sahumerio?
Desde una perspectiva espiritual y energética, el aliento humano transporta energía personal. Cuando se sopla un sahumerio encendido, se considera que esa energía puede “contaminar” o dispersar la intención con la que se encendió.
Muchas tradiciones sostienen que los elementos deben tratarse con respeto y conciencia, y que el fuego debe ser apagado con elementos neutros como la tierra, el agua o el aire en forma natural (como abanicarlo suavemente).
🔮 El simbolismo detrás del fuego sagrado
El sahumerio se utiliza como herramienta de limpieza energética, meditación o conexión espiritual. Encenderlo es, simbólicamente, “activar” un pedido o intención.
Soplar para apagarlo se interpreta como una forma abrupta de interrumpir ese proceso, algo que en algunas culturas incluso se considera irrespetuoso hacia el elemento fuego.
🧘 ¿Cuál es la forma correcta de apagar un sahumerio?
- Utilizá un recipiente de cerámica o metal para sofocar la brasa suavemente.
- Podés enterrarlo levemente en arena o sal para cortar su combustión.
- Si es un sahumerio en varilla, simplemente dejalo que se consuma por completo en un porta sahumerios.
- También podés abanicarlo suavemente para disminuir la brasa sin usar el aliento.
🕯️ ¿Qué pasa si ya lo apagaste soplando?
No hay necesidad de alarmarse, pero si querés seguir una práctica más alineada con la tradición energética o espiritual, podés recargar tu intención o volver a encender uno nuevo, esta vez apagándolo de forma más consciente.
El objetivo es mantener la coherencia entre lo que se busca generar (limpieza, paz, foco) y la forma en que se trabaja con los elementos.