La coloración rubia en el cabello nunca pasa de moda. Pero también es cierto que mantenerlo puede convertirse en una tarea muy pesada. La clave está en encontrar el rubio dorado que mejor se adapte a la base de la melena.
Esto permitirá distanciar los retoques y las visitas a la peluquería. Sobre cuál es la mejor técnica para conseguir este acabado, María Baras, directora de Cheska, explicó que todo depende del color natural del cabello y del experto que lo lleve a cabo.
En todo caso, lo más importante no es la técnica, sino el resultado. Aunque da también algunas pistas del protocolo que realizaría en este caso. Se aplicaría un balayage; es decir, una coloración al aire con pincel y a mano alzada para crear un degradé con una raíz más oscura (trabajada en un tono rubio oscuro o castaño claro).
Se debe trabajar la raíz mezclándola con la base, aclarándola ligeramente. Así al crecer lo hará de manera natural y sin crear el temido efecto raya de la raíz. Todo dependerá también de la base que se tenga, pero es importante fundir la raíz, ya sea con un óleo o con un matizado, para que no se vea un rubio mechado, según apuntó la experta.
El cabello rubio es una de las tonalidades más deseadas por la mujer porque suaviza las expresiones del rostro, hace lucir más joven y da luz al rostro. Para mantener la belleza del color así como la textura y el brillo es importante lavarlo 2 ó 3 veces por semana con un champú ligero.
Además, se recomienda aplicar una crema regeneradora o un acondicionador de la misma línea del champú y hacer una hidratación más profunda 1 vez a la semana con una mascarilla reparadora nutritiva.