La llegada del 40 aniversario del mítico videojuego Space Invaders, despertó la nostalgia de los japoneses por ese increíble clásico del arcade. Debido a ello, los autoproclamados gamers participaron en un evento en lo más alto de la torre Mori de Roppongi, Japón.
Allí, los asistentes derrotaron a decenas de extraterrestres proyectados en el mismo rascacielos, como si estuvieran dentro del juego.
Dicho espectáculo, llamado Play! Space Invaders, impulsó a los asistentes a formar parte de esa genial experiencia, como sólo en Tokio pueden hacerlo. En las imágenes captadas por las agencias de noticias japonesas, se observó a los invitados jugando con proyecciones de gran tamaño, que reflejaban a los personajes del Space Invaders, tanto en los ventanales del rascacielos como en el piso del gran salón.
Jóvenes y adultos, con el mando en sus manos, disparaban a sus “enemigos mortales” que lucían esa característica imagen pixelada de sus comienzos, mientras se movían rápidamente por los vidrios del observatorio. El resto se aventuró a eliminarlos tocando con sus manos y/o pies las imágenes que reflejaba el piso, apoyados por una tecnología de reconocimiento de movimientos.
También disfrutaron de las clásicas máquinas, para los que quisieron jugar como comúnmente se hacía en la época dorada del Space Invaders. Keiji Ishihara, uno de los participantes, acudió junto a su familia y aseguró que aún recordaba lo que el juego le hizo sentir en los años setenta, lo que para él fue “irreal”.
“Ese videojuego fue un gran choque. Un gran entusiasmo invadió Tokio en aquel momento, pero los niños como yo no teníamos mucho dinero para jugar. Aproximarse ahora a Space Invaders de esta forma, va más allá de la ciencia ficción”, contó Ishihara. Por su parte, Tomohiro Nishikado, desarrollador del juego, se sintió complacido del alcance que tuvo esta creación, en la medida en que sigue ganando adeptos.
“Los ordenadores no eran comunes acá en Japón, por lo que aprendí todo por mi cuenta. Imaginé como quise hacer los personajes y el concepto. Retrospectivamente, es impresionante. Aún me siento sorprendido de haberlo logrado”, destacó Nishikado.