La frutilla es una de las frutas más conocidas en el mundo. Su color rojo, delicado sabor y aromática fragancia la han convertido en todo un icono gastronómico, cosmético y curativo; éste último debido a que posee un alto contenido de proteínas, fibra, vitamina C, potasio, calcio, hierro, carotenos, vitamina E, folatos, ideales para fortalecer las defensas naturales del organismo.
Remontándonos al pasado cuando comenzaron los cultivos de esta maravillosa baya, era utilizada medicinalmente como un laxante, diurético y astringente. Posteriormente se estudió su poder y eficacia para la cura de la gota reumática.
También la medicina popular en los pueblos europeos y americanos consideró a la frutilla de gran ayuda para curar las afecciones de la piel, como el acné, llagas, ulceras, forúnculos y herpes; e incluso como blanqueador de la piel en personas que habían tomado exceso de sol.
De igual manera en la actualidad esta fruta de origen chileno potenció su uso para combatir otras patologías y emplearse en el área de la salud y belleza. Cabe destacar que es una excelente opción para combatir la anemia por la cantidad de vitamina C que contiene, la que ayuda a la fijación del hierro.
Además promueve la producción de orina, aumenta la eliminación del ácido úrico y fomenta el metabolismo normal del hígado, las glándulas endocrinas y el sistema nervioso. Su uso terapéutico es aún más amplio y es por ello que médicos y nutricionistas la recomiendan para tratar afecciones renales, algunos casos de gastritis y afecciones de las vías biliares.
Igualmente hay que señalar que es considerada como un excelente dentífrico, ideal para prevenir la acumulación de sarro y blanquear los dientes.
Esta fruta de rojo deslumbrante es antioxidante por excelencia, importante para la defensa del organismo frente a enfermedades como el cáncer. Para reforzar ésta teoría la reconocida investigadora en materia de salud y nutrición, Jean Carper, señaló que la frutilla disminuye la posibilidad de contraer cualquier tipo de tumor cancerígeno.
Dato importante: evite incorporar la frutilla en la dieta de su bebé a menos que su pediatra le recomiende otra cosa. Es frecuente que a los niños pequeños y algunos adultos muy sensibles les produzca alergias su consumo. Además tenga en cuenta que la frutilla es una de las más fumigadas con agentes químicos para obtener un rojo deslumbrante; por lo tanto deben ser lavadas minuciosamente.