Unos son depredadores y los otros animales de presa. Este hecho es el motivo por el cual a veces resulta difícil tener gatos y pájaros conviviendo bajo el mismo techo. Sin embargo, aunque a veces puede ser difícil, no es imposible que ambas especies puedan convivir juntas.
Prueba de ello son este periquito y esta gatita que, a pesar de pertenecer a especies diferentes son capaces no solo de convivir, sino también de forjar una relación casi de hermanos consanguíneos que juegan y pelean a partes iguales.
Ellos son Mickey y Miska, ambos de cuatro meses.
El primero en llegar a la casa de Riham Hamdan, de 28 años, en Ontario, fue Mickey, un periquito de frente roja. Después llegó la gata Miska, que se unió a la familia en enero de este año.
"Al principio Miska solía tener miedo de Mickey", dijo Riham a Caters. Ahora, la mitad de las interacciones entre la gata y el periquito consisten en peleas o en asustarse mutuamente.
Fuente DPA.