World Rugby anunció este martes la puesta en marcha de pruebas para detectar conmociones cerebrales en los partidos mediante el estudio de los movimientos de los ojos, un síntoma muy distintivo de los traumatismos craneales.
En un congreso sobre el bienestar de los jugadores y los reglamentos, la instancia internacional anunció que una tecnología de detección de los problemas oculomotores será puesto en marcha en paralelo con la evaluación de los traumatismos actualmente en marcha para ver si puede ayudar en el diagnóstico de estas lesiones.
"Pensamos que el seguimiento ocular en el rugby tiene la posibilidad de evaluar mejor las conmociones cerebrales y ayudar a mejor administrarlas, identificando de manera objetiva las eventuales anomalías de las funciones oculomotrices", explicó Eanna Falvey, responsable médico de World Rugby.
Estos test serán también utilizados en el protocolo de regreso al juego ya puesto en marcha para evaluar si un jugador puede retomar la competición tras un choque en la cabeza.
Este estudio, que se realizará en partidos que quedan por determinar, es fruto de un acuerdo con EyeGuide y NeuroFlex, especialistas de oculometría, el seguimiento de movimientos oculares.
La cuestión de choques y lesiones en la cabeza, ya sea en el rugby o en el fútbol, es cada vez más discutida, sobre todo en lo que se refiere a riesgos de enfermedades o problemas a largo plazo.
A principios de diciembre, un grupo de exprofesionales del rugby, incluido el hooker inglés y campeón del mundo de 2003, Steve Thompson, había anunciado su intención de pedir daños y perjuicios a World Rugby y a las federaciones inglesa y galesa, después de que le fueran diagnosticados problemas neurológicos.
Estos exjugadores estiman que los numerosos choques en el entrenamiento y en el partido a los que son sometidos, así como una gestión demasiado laxa de las conmociones cerebrales, están en el origen de sus problemas y se plantean una denuncia colectiva.
Algunos clubes decidieron utilizar unas protecciones dotadas de captadores para medir la fuerza de algunos impactos.
Foto: AFP.