Los propietarios de los cines de EE.UU. no saben cuándo volverán a abrir sus negocios, una industria herida en la que 150.000 personas perdieron perdido sus trabajos y que ahora recibirá 454.000 millones de dólares en ayudas aprobadas por el Senado.
Esa cantidad forma parte de los 2 billones de dólares con los que el Gobierno estadounidense tratará de aliviar los estragos que el coronavirus causará en la economía, después de que de la noche a la mañana cerrasen, al igual que muchos otros establecimientos, tanto las grandes empresas propietarias de cines como pequeñas compañías de teatro.
"Solamente en nuestra industria hay unos 150.000 trabajadores, la mayoría se quedaron sin trabajo, algunos siguen en oficinas con jornada reducida o incluso sin saber si cobrarán su salario", explica a EFE por teléfono Patrick Corcoran, vicepresidente de la Asociación Nacional de Propietarios de Cines (NATO, en sus siglas en inglés).
A estos cálculos habría que sumar establecimientos pequeños, fuera de los circuitos de distribución, y otros negocios, que son fundamentalmente agrupaciones teatrales.
"Es prácticamente toda la industria, quizás el 1 % o 2 % de los cines sigue abierto, la mayoría autocines", resume Corcoran sobre cómo la COVID-19 golpeó a este sector especialmente simbólico y lucrativo en EE.UU.
Después de que el pasado fin de semana la taquilla semanal se fuera a negro por primera vez en la historia, algunos señalaron a los clásicos recintos para ver películas desde el vehículo porque continuaron abiertos, pero apenas llegan al centenar y permanecen como un recuerdo del carisma de otros tiempos.
Así, el paquete de ayudas aprobado incluye, entre otras medidas, un fondo de préstamos para que las cadenas de distribución puedan afrontar sus gastos fijos a pesar de no tener ingresos, y deducciones de impuestos o ampliaciones del seguro por desempleo para los trabajadores.
También hay otra línea de subvenciones específica para los pequeños negocios del espectáculo, fundamentalmente teatro.
Fuente: EFE