No pierde el tiempo, Verónica Lozano. Y lo dice con una sonrisa, pero sin vueltas. Aguardamos en silencio detrás de la línea de cámaras del estudio de Telefe donde se graba Cortá por Lozano y, cuando el reloj da las 19 horas, la conductora se despide de su audiencia. Aplausos, música, risas, y, finalmente, el grito esperado: “¡fuera del aire!”. Vero saluda a su invitada del día, a sus compañeros, al equipo técnico y emprende la marcha hacia la oficina de prensa. Apenas tres minutos más tarde, ya está lista para responder las preguntas de Ciudad.
“No me banco perder tiempo, no lo soporto, para mí el tiempo es muy valioso porque es algo que no se recupera. No me gustan como metáfora los cafés al pedo, ¿viste? ‘¿Vamos a tomar un café?’. No, yo voy a un tomar un café con quién quiero, hago lo que quiero. No me rompás los huevos, tengo 46 años”, explica con una carcajada floreciente en la comisura de la boca. Al frente del ciclo de las tardes de Telefe (lunes a viernes de 17.30 a 19h.), Vero hablará de la manía por el rating, los límites de la TV, y se animará a temas duros como el aborto y las drogas, así como su intimidad familiar, el amor con Jorge "Corcho" Rodríguez, su hija, Antonia (7), y mucho más.
-¿Qué balance hacés de estos seis meses de Cortá por Lozano?
-Estoy chocha y feliz, estamos pasando un muy buen momento. Siento que avanza el tiempo y veo que se va consolidando el grupo. Estoy muy contenta con las secciones, con las producciones, los invitados. Es súper positivo.
"La construcción de un vínculo, sobre todo en una familia, se va armando en el tiempo, en el espacio. Somos dos seres independientes, con deseos a todo nivel, puede haber encuentros y desencuentros y creo que una relación no se termina porque alguien estuvo con otro".
-Varios años atrás te declarabas una enferma del número, ¿ahora, con tanto tiempo en el medio, te pudiste relajar?
-No, sigo siendo una enferma, estoy permanentemente conectada con el rating. Durante el programa me lo dicen por ‘cuca’. Con eso timoneo, veo, vamos viendo, es un laburo en equipo. El rating marca la duración de un programa o no. Entonces no somos tontos, ni siquiera me pongo a analizar si está bien o está mal. Es así y eso marca la tendencia de hacia dónde ir o no.
-¿Fijás límites con respecto a determinados temas?
-No solo por ser la pantalla de Telefe, sino que, a Dios gracias, nosotros no necesitamos meternos en zonas escabrosas. Y cuando lo hacemos es desde el costado del humor entonces se sale airoso. Ni tampoco laburamos con la primicia. De hecho, a mí me gusta siempre mencionar la fuente, si lo leí en algún portal o salió en otro programa. Me parece que el yeite nuestro no pasa por ahí, el que quiere una primicia no pone Cortá por Lozano, pasa por el desarrollo de una noticia.
-Fueron 10 años en AM, ¿qué comparación podés hacer con este ciclo?
-A ver… siento que estamos logrando ese clima de club, en el que cada uno puede ser naturalmente quién es o perfilarse para forzar su perfil. Me gusta que sea una ficción, cada uno es un personaje y que el público se identifique. Siento que así podés autoabastecerte y generás un contenido propio.
"Me parece que un tiempo, mi hija va a vivir de otro modo las relaciones, queda antigüo esto de ‘para toda la vida’, la fidelidad. Yo no tolero una estafa, una vida paralela, ¿entendés? Después, no me lastimes, no me bardeés, ¿se entiende?".
-¿Cuánto hay de la Vero natural y cuánto de la psicóloga en la sección del diván?
-Yo ya no puedo separar eso, sí me ha servido mucho la psicología para la escucha. Siempre me pareció que más importante estar atento a lo que el otro te responde y no tanto a lo que uno quiere preguntar, que la riqueza está en la respuesta del otro o en la repregunta. Y después no me olvido de que es un show y que eso hay que teñirlo de humor, de cosas simpáticas y visuales. Es un mix.
-¿Seguís en contacto con el costado académico?
-Leo, pero no estoy buscando. Cuando pinta algún libro a mi mano, me interesa explorarlo. O algún artículo, pero no es que tengo una constancia con respecto a lo académico.
-A esta altura de tu carrera, ¿qué cosas ya no te bancás?
-No tengo pruritos o una lista negra de invitados. Laburo en libertad absoluta más allá de que hayan temas que me gusten más o menos. No tengo rollos con esas cosas. Para mí todo es abordable, todos los temas. Con respeto, con humor, depende de la arista que tenga.
"Para mí el aborto tendría que estar legalizado, las mujeres somos libres de hacer lo que tengamos ganas con nuestros cuerpos. No me parece meterlo en disertamientos morales o religiosos. El tema es que mueren muchas mujeres por querer discontinuar un embarazo y la que tiene acceso económico lo puede hacer y la que no, no".
-En Cortá por Lozano tocan muchos temas de actualidad y me gustaría tu opinión sobre tres tópicos que suelen aparecer con frecuencia en la discusión pública. El primero es el aborto.
-Para mí tendría que estar legalizado, las mujeres somos absolutamente libres de hacer lo que tengamos ganas con nuestro cuerpo. No me parece meterlo en disertamientos de cuestiones morales, religiosas. También es un debate sobre cuándo es el comienzo de la vida, me parece que es algo que es real y que existe, y entonces hay que legalizarlo. Lo demás, hablando mal y pronto es ‘paja mental’. El tema es que mueren muchas mujeres por querer discontinuar un embarazo y la que tiene acceso económico lo puede hacer y la que no, no. Es una situación de absoluta injusticia y desigualdad. Entonces que cada mujer haga lo que quiera. Y, aparte, dando por entendido que es una situación de mierda y que ninguna mujer va a ir chocha a decir ‘quiero abortar’, pero que tenga la posibilidad de hacerlo y que pueda protegerse. Estoy absolutamente de acuerdo con la legalización del aborto.
-¿Vos sos religiosa?
-Creo en Dios, tomé la comunión y tomé la confirmación. Creo absolutamente en Dios, no voy a misa, pero hablo con Dios, rezo, agradezco. Creo en la Virgen y me parece que solo Dios es capaz de juzgar esas situaciones, que el hombre no está capacitado. Y que, aparte, vivimos en un país con libertad de culto y, entonces, por qué la ley va a contemplar lo que piense la Iglesia, en tal caso.
-El segundo tema es la despenalización del consumo de marihuana.
-Sí, también, me parece que todo lo que sea prohibido genera más deseo, más ganas, sobre todo en determinadas edades. Y también para terminar con el narcotráfico que existe y está amparado, hay un consenso político-policial y se sabe. Es una pelotudez y es mirar para el costado. Me parece que cada uno es responsable de lo que hace. Se habla mucho sin saber, se dice que la marihuana es la puerta para otras drogas, y no es así necesariamente. Me parece que hay confiar en el libre albedrío y que hombres y mujeres estamos capacitados para decidir qué queremos hacer, ateniéndonos a las consecuencias de eso. Para consumo personal, me parece que tendría que estar absolutamente legalizado.
"La marihuana para consumo personal tendría que estar absolutamente legalizada. Me parece que todo lo que sea prohibido genera más deseo, sobre todo en determinadas edades. Y también para terminar con el narcotráfico que existe y está amparado, hay un consenso político-policial y se sabe. Es una pelotudez y es mirar para el costado".
-Y el tercer tema es la inseguridad.
-Mi sensación es que está complicado y que mediáticamente muchas veces se lo exacerba o se lo tapa, como muchas otras cosas, de acuerdo a la coyuntura. Pero sí es claro que vivimos en un clima de inseguridad y lo ato a la desigualdad, a la diferencia que hay, a las pocas posibilidades que tiene mucha gente. Me parece que es un tema muy profundo que tiene que ver con la educación, con que lamentablemente venimos de varias generaciones que no tienen cultura del laburo. No por vagancia, sino porque no hay acceso al mismo, entonces los chicos viven en un clima de desigualdad, de hostilidad, de violencia y eso genera una usina muy triste de delincuencia.
-¿Estás muy alerta?
-Trato de no paranoiquearme, de no limitarme la vida, pero sí estar atenta. Cuando salgo de mi casa, en el auto. Y sí que las leyes deberían ser serias y no me refiero al tema de la imputabilidad de los menores. Hay mucha gente presa que no tiene condena, está todo tan caótico que decís ‘¿por dónde empezás?’. Es un problema que se arrastra de muchos gobiernos.
-¿Ser madre te acrecienta los miedos?
-Cuando sos mamá el eje se corre de vos y estás pensando en lo que le puede pasar a tu hija. Sí, te ponés un poco más paranoica, igual tampoco quiero invadirla a ella de miedos, ¿viste? Y soy muy clara en esta situación, no utilizo eufemismos. ‘Hay gente mala que quiere hacer el mal, hay que tener cuidado. Si alguien te agarra, tenés que gritar como una loca’. Ocurre a veces que en los aeropuertos hay fotos de niños perdidos y le digo a Antonia: ‘¿Ves esa chica que está ahí? Alguien la raptó, alguien malo la tomó y hoy no está con sus papás’. O con el tema de violencia de género, que estás viendo un noticiero y cuentan que una niña fue violada, entonces eso se habla. En el léxico de una niña de 7 años, pero está informada. Y sobre todo, me gusta que las chicas tienen el concepto de la violencia, que un hombre no puede pegarte, que está muy mal, que no se hace.
"Vivimos en un clima de inseguridad y lo ato a la desigualdad, a la diferencia que hay, a las pocas posibilidades que tiene mucha gente. Los chicos viven en un clima de hostilidad y de violencia y eso genera una usina muy triste de delincuencia".
-¿Y ella te interpela con estos temas?
-Sí, sí, está muy atenta. Incluso, me pasó un día que vino al canal un feriado y no recuerdo qué le había ocurrido a una pobre chiquita y yo dije: ‘Uy, está Antonia’. Y escuchó todo y después me preguntó qué había pasado, y se lo expliqué sin dar detalles. Es así, que hay gente que es mala y que hay que tener mucho cuidado, las partes íntimas... Esto se habla en el colegio, nadie puede tocarte, nadie puede invadirte. Hoy los chicos ya tienen ese concepto, han cambiado ciertas cuestiones en los colegios, hay más atención en ese aspecto.
-Volviendo al tema personal, ¿qué no te bancas más en tu vida?
-No me banco perder tiempo, no lo soporto, para mí el tiempo es muy valioso porque es algo que no se recupera. Que te boludeen, ¿viste? A mí me mandás un mensaje, me decís qué querés, en qué te puedo ayudar, tu tu tu. Si quiero dar la nota, la doy y si no, no. Así me manejo en líneas generales, sobre todo con esta invasión de conexión y avidez e histeria. No me gustan como metáfora los cafés al pedo, ¿viste? “¿Vamos a tomar un café?”. No, yo voy a un tomar un café con quién quiero, hago lo que quiero, no me rompás lo huevos, tengo 46 años. Y tampoco las falsas expectativas de algo o esa cosa de ‘hay un proyecto…’. Y con mis amistades lo mismo, nos juntamos para pasarla bien, pero los chats, cuando empiezan a decir pelotudeces o esas cuestiones... No me banco eso, la careteada, estoy con quién tengo ganas de estar, más allá de cuestiones laborales como nos pasa a todos. Pero es eso, dejar de ser yo y perder el tiempo.
-Bueno, recuerdo que contaste que Tomás Yankelevich (por entonces director de Programación de Telefe) te había llamado para tu cumpleaños y..
-(interrumpe) ¡Si, al toque! Me dijo ‘tengo dos cosas para decirte’ y lo corté ‘pará, pará, si me vas a echar, decímelo ahora. No me importa que sea mi cumpleaños’. Ese es un ejemplo genial. Yo soy así, qué hay que saber, tu tu tu. Dónde me paro, qué digo, cuánto cobro. Las vueltas, no. ‘Yo tengo una empresa que…’. ¿Qué querés? ¿Un video? ¿Un saludo?
"No me banco perder tiempo, no lo soporto, para mí es muy valioso porque es algo que no se recupera. No me gustan como metáfora los cafés al pedo, ¿viste? Yo voy a un tomar un café con quién quiero. No me rompás los huevos, tengo 46 años".
-Ya llevan nueve años juntos con Corcho. Recién hablabas del caretaje, ¿crees que hay mucho de eso con respecto a la infidelidad?
-Ahora en junio cumplimos 10 años. Dios mío, un montón. Creo que la infidelidad está muy sobreestimada, tampoco soy la pareja que me encanta y digo qué copado como, según leí, Elena Roger y Mariano Torre. Eso me parece muy free, pero lo respeto. La construcción de un vínculo, sobre todo en una familia, se va armando en el tiempo, en el espacio. Somos dos seres independientes, con deseos a todo nivel, no hablo solo de la sexualidad, puede haber encuentros y desencuentros, y creo que una relación no se termina porque alguien estuvo con otro. Si estuviste con otra persona, no me lo cuentes, no tengo el morbo de ‘fui y estuve con tal’, me parece que es más profundo. Me parece que en un tiempo, mi hija va a vivir de otro modo las relaciones, queda antigüo esto de ‘para toda la vida’, la fidelidad. Yo no tolero una estafa, una vida paralela, ¿entendés? Después, no me lastimes, no me bardees, ¿se entiende? Y después cada uno va transitando su relación como va pudiendo y me parece que el amor pasa por esa situación de entendimiento y no de posesión. Ni él es mío, ni yo soy de él. Con respeto y con amor y nos elegimos día a día.
-Por útimo, ¿qué no perdonás, Vero?
-La estafa, la doble cara, eso me parece que es doloroso. Igual, en esa instancia, creo que es más pelotudo el que lo hace que el que lo recibe, porque si estuviste careteando la relación, sos un pelotudo o una pelotuda. ¿Qué necesidad? Me parece que en tal caso, sos un infeliz, para qué complicarse, andá, cog… a quién quieras y no me molestes.
-Además, ahora con tanta tecnología es difícil llevar una doble vida.
-¡Eso es lo que yo digo! Boludo, yo me equivoco de chats, ‘ay, disculpame’. No, hay que tener mucha energía. De verdad lo digo, además qué necesidad si en estos tiempos nada te ata. Más allá de ciertas situaciones especiales en las que hay mujeres en situación de desigualdad, que no tienen dónde vivir. Pero en un marco de dos personas en igualdad de condiciones, uno elige estar con el otro o no. Ni siquiera por los chicos. Ahora muchos tienen dos casas, festejan el cumpleaños con la mamá, con el papá, no está esa presión.
Agradecimientos: prensa Telefe.