Luego de que Lucila “La Tora” Villar e Ignacio “Nacho” Castañares se mostraran muy mimosos en su estadía en Gran Hermano 2022, la última participante en quedar eliminada del reality de Telefe compartió sus sentimientos en una profunda entrevista que le dio a LAM.
Todo comenzó cuando Ángel de Brito dejó espiar un poco la casa donde se lo veía a Nacho entrenando en el patio frente a algunos de sus compañeros. Fue entonces que La Tora no escatimó en halagos para el hermanito: “¡Qué potro que es!”.
Tas escucharla, el conductor le hizo la pregunta obligada: “¿Estás enamorada?”, quiso saber. A lo que la invitada de la noche se sinceró con una enorme sonrisa plasmada en su rostro: “Y… estoy como hasta las manos, sí”.
"¿Si estoy enamorada de Nacho? Y… estoy como hasta las manos, sí".
Y cerró: “Nacho es muy atento, muy bueno, humano y muy maduro. Tiene unos valores increíbles y también siempre me banqué su forma de ser, desde el día uno. Cuando salí de la casa (la primera vez), de afuera me sorprendía con otros personajes y decía ‘mirá, qué hijo de pu…’. Y con él no me pasó porque cuando tuvo quilomb… los habló de frente. Tarde o temprano, los habló de frente”.
GRAN HERMANO 2022: LA EMOTIVA CENA DE NOMINADOS QUE HIZO ROMPER EN LLANTO A LA TORA
Como todos los sábados, los participantes que quedaron nominados en Gran Hermano 2022 tuvieron su clásica cena en la que compartieron sus sentimientos. Y a poco de que se conozca quién será la próxima eliminada del reality de Telefe, Lucila “La Tora” Villar no pudo contener las lágrimas en medio de una emotiva charla con Julieta Poggio y Camila Lattanzio.
Todo comenzó cuando Julieta habló de cómo vive estas instancias previas a que Santiago del Moro devele el misterio y cuente cuál fue la elección del público: “Quiero que se vayan otras personas. Yo estoy re ansiosa. Siento que cuando nos damos aliento, nos decimos palabras lindas, nos decimos todo lo que pasamos y lo afortunados que somos. Y todo eso está bien, pero no quiero que se termine. Es como que, a esta altura, no me quiero ir”, comenzó diciendo.
“Si dicen mi nombre voy a decir ‘no’. Esta es mi casa, hace mucho que vivo acá y no me voy, no salgo. Me da pánico salir por esa puerta. Pienso en que es raro dejar esta casa, mi cama, el parque, la cocina y a ustedes. Hace mucho que estoy acá adentro y siento que vivo acá. Es horrible”, agregó.
Tras escucharla, La Tora dejó fluir lo que le recorría por el cuerpo y quebró en llanto frente a sus dos compañeras: “Ay, es re triste”, atinó a decir, con la voz quebrada, y mientras intentaba secarse las lágrimas.
Por último, Camila cerró, a corazón abierto: “¡No, basta, por favor! Basta, Ju. Me están poniendo nerviosa. Lo feo es que se termine la convivencia, la comida entre nosotros, el sauna, la pileta. Es horrible, pero no nos pongamos a llorar. Nadie se quiere ir”.