El fallecimiento de Beatriz Salomón a los 65 años tomó por sorpresa a Roberto Piazza, padrino de Noelia (18), la hija mayor de la actriz y Alberto Ferriols. Instalado en Madrid, España, el modisto se quebró en diálogo vía Skype con Involucrados: “Yo quería estar ahí para despedirla, y no llegué”.
Tras revelar una charla con Salomón esa misma semana, Piazza contó una conversación en la que Beatriz ya imaginaba su partida: “Me dijo que tratemos de no hablar más mal de Alberto, porque cuando las nenas quedaran solas alguien se tiene que hacer cargo”.
Entonces, en tácita referencia al juicio que hizo la exvedette por la cámara oculta a Ferriols que en 2004 emitió Punto Doc por América, intercambiando una operación por sexo con una travesti, tras la cual estaban invitados el doctor y la vedette al piso de Intrusos en la noche sin saber que se vería ese material, el diseñador hizo un fuerte descargo: “No voy a echarle la culpa al doctor Ferriols de nada, porque esas cosas íntimas que después se dieron a la luz… Por toda esa gente de mierda que hay dando vueltas, que ya conocemos a todos… Es hora de que toda esa gente vaya desapareciendo de la televisión y que dejen de destruir vidas como ésta. Beatriz fue una víctima de ese cáncer, por esa maldita tarde en que organizaron esa caza de Brujas. A Beatriz la destruyeron y ya sabemos todos quiénes son”.
Luego, hizo catarsis y lanzó una fuerte acusación: “Quién puede tirar la primera piedra de todos los que han hablado, esas lacras, aves de rapiña, esos desgraciados. Y atrás de ellos, grandes mujeres y hombres productores famosos que son cómplices de que hoy Beatriz esté muerta de cáncer. Yo le echo completamente la culpa a ellos. La enfermedad es una consecuencia lógica de lo que ella ha sufrido, de lo que me ha contado, las cosas perversas que le han hecho. Las censuras, negaciones, las puertas que le han cerrado en la cara. Cómo se fue deformando su estómago, su físico, la cara, su todo. Sin embargo, ella perdonó, nunca tuvo odios”.
“En mi caso hubiera matado de un balazo a cada uno de estos HDP. Estoy furioso con esa gente que ha destruido a una de las mujeres más maravillosas”, concluyó Roberto Piazza furioso y quebrado, tras elogiar la calidad humana de Beatriz Salomón.