Pamela David y el divertido relato sobre su trabajo más raro: "Fue en un circo; el traje era como un huevo de goma espuma arriba de la cabeza"
La conductora de Desayuno Americano recordó con humor sus primeros pasos en el mundo laboral, en diálogo con el diario Clarín.
Se hizo un lugar en los medios y de a poco fue cumpliendo con cada una de las metas que se propuso. En la actualidad, Pamela David (37) está al frente de Desayuno Americano, el exitoso programa que conduce todas las mañanas por América y vive a pleno su presente amoroso de la mano de Daniel Vila (62), con quien se casó este sábado y tiene a su hija, Lola (3).
Pero sus comienzos no fueron siempre tan soñados. En una entrevista a corazón abierto con el diario Clarín, la conductora recordó cuál fue el trabajo más raro que le tocó desempeñar: “Fue para un circo que estaba en el Alto Avellaneda. El traje era como un huevo de goma espuma arriba de la cabeza. Repartía folletos con el horario de las funciones. Era horrible. A mí me pasaron cosas muy locas”, expresó.
"Mi trabajo más raro fue para un circo que estaba en el Alto Avellaneda. El traje era como un huevo de goma espuma arriba de la cabeza. Repartía folletos con el horario de las funciones. Era horrible. A mí me pasaron cosas muy locas”.
Luego, se refirió a su transición: de ser la chica sexy a la conductora de uno de los ciclos más exitosos: “El click lo hice después de tener a Felipe (8) (fruto de su relación con Bruno Lábaque). Hasta ahí era la Pamela sexy en Playboy, marquesinas de teatro de revistas. Me acuerdo que engordé 20 kilos, pero igual hice la revista Interviú, porque tenía la necesidad de volver”, contó.
“Habían aparecido chicas nuevas, jóvenes, flacas. Yo gorda y con un hijo. Quería que vieran que estaba lista para volver. El primero que me dio la oportunidad fue Gastón Portal, con quien hice Fuera de foco, en América. Fue la primera vez que me metí en la actualidad. Estaba gordita, 10 kilos arriba. Entonces ahí me di cuenta de lo fácil que es cuando sos linda y lo difícil cuando no tanto. Pero fue la primera vez que vi que puedo ser que una cara o un cuerpo bonito”, agregó.
Por último, confesó que su belleza le trajo algunos beneficios: “Celos hay igual. Si no es porque sos linda es porque, no sé, tenés un buen trabajo. Yo no le encontré nada feo todavía. Siempre me aproveché. Para entrar a los lugares, pedir descuentos y esas cosas”, cerró.
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