La sorpresiva muerte de Débora Pérez Volpin encontró a Nelson Castro y Guillermo Lobo, dos de sus excompañeros de trabajo, con los que compartió 24 años en TN y eltrece, procesando el dolor y a la vez informando acerca de las primeras hipótesis sobre la causa de su muerte.
Lobo: "Estaba internada para este examen, la sedaron para el procedimiento endoscópico y murió. Es tan... no tiene sentido".
Minutos después de conocerse la noticia, Lobo salió al aire para hablar con Castro, quien estaba al aire con Bella tarde, su ciclo de TN: “Debi se estaba haciendo un chequeo, un examen de rutina programado. Era una endoscopia y aparentemente fue una reacción a la anestesia. Murió de un infarto. Es una información que estamos tratando de chequear”, contó Lobo en el ciclo de Nelson, antes de que el Sanatorio de la Trinidad emita un comunicado oficial.
“Débora se comunicó conmigo ayer pidiéndome un teléfono de exámenes del Sanatorio de la Trinidad. Yo no tenía wifi ni redes así que le puse ‘¿qué pasa, Debi?’. Y me contestó: ‘No, ya está. Ya me comuniqué, me voy a hacer unos exámenes’, me escribió. ‘Necesitás algo’, le puse. ‘No, despreocupate que está todo bien’, me escribió". Estaba internada para este examen, la sedaron para el procedimiento endoscópico y murió. Es tan... no tiene sentido”, expresó Lobo, con la voz quebrada.
Nelson: "Para este tipo de estudios se usa un anestésico que es absolutamente seguro con el que la persona se recupera inmediatamente. Que haya hecho un infarto durante el estudio es shockeante".
Por su parte, como médico que es, Nelson Castro analizó la información que se sabía hasta el momento: “Para este tipo de estudios se usa un anestésico que es absolutamente seguro, con el que la persona se recupera inmediatamente. Me imagino el shock de, por supuesto, la familia y los médicos de haberse encontrado con este caso. Que haya hecho un infarto durante el estudio es shockeante”, expresó.
Luego en Telenoche, Nelson Castro habló de la posibilidad de que Débora haya tenido una complicación posterior a la endoscopía que se realizó: "Un infarto masivo es de muy difícil solución. Por eso imagino que los médicos deben estar shockeados por algo de muy difícil resolución. Un infarto masivo, así estés en el shock room o en terapia, es de muy difícil resolución. Por la masividad tapa todas las arterias y lo deja al corazón en un estado de absoluta imposibilidad de recuperación”, explicó.
“Sabemos que una sedación es inocua en la generalidad de los casos. ¿Puede jorobar en algún caso al corazón?”, preguntó María Laura Santillán. “Podría jorobarlo generando un paro, una arritmia. El corazón puede pararse por una reacción que se llama idiosincrática, es decir una persona que reacción inesperadamente y mal ante un anestésico. Eso no es un infarto, por eso hay que determinar si el corazón hizo a consecuencia de la anestesia un paro cardiovascular respiratorio automático. Eso es una cosa. Si hizo un infarto masivo que lleva después al paro, pero con una base orgánica absolutamente diferente, eso es otra cosa. Son dos elementos que habrá que analizar si es que se decide hacer la autopsia”, aseguró.
“El anestésico hoy es tan suave que practicamente no se hace prequirúrgico para una endoscopía. A veces se hace, en conjunto. Se ve que Débora tenía esta molestia y habrá que ver si no sufría de una hernia hiatal o tenía algún problema, muchos hacen la endoscopía con la colonoscopía”, siguió explicando Nelson las posibles hipótesis de la muerte de la diputada de Evolución. “Por supuesto que si la persona tiene algún antecedente cardíaco, que no era el caso de Débora, se toma un recaudo. Si la persona dice ‘tengo antecedentes cardíacos importantes’, el gastroenterólogo pide hacer un electrocardiograma para ver qué hacer. Este no era el caso de Débora”, finalizó.