Es coqueto, y lo asume. Marley habló sin tapujos de sus cuidados físicos y estéticos en una nota radial con Catalina Dlugi, en la que no ocultó el placer que le genera comer y lo mucho que le cuesta hacer ejercicios para no subir de peso; más teniendo en cuenta que es el conductor de Dueños de la cocina, reality de Telefe, en el que se da numerosos permitidos en complicidad de los jurados: Donato De Santis, Christophe Krywonis y Narda Lepes.
"Me hice un tratamiento en la piel: me sacaron sangre y me inyectaron el plasma en la cabeza, en el pelo -para no perder tanto pelo-, y en la cara. Y la última vez que me lo hicieron también me agregaron dos o tres gotitas de bótox para bajar un poquito las arrugas, porque ya tengo 45 y se van acumulando".
"Empecé el gimnasio porque, si estoy en este programa de cocina, voy a terminar muy gordo. Me compré una cama de pilates y viene una profesara a mi casa para ayudarme a hacer ejercicios. Si no viene alguien a mi casa y me levanta, siempre busco una excusa para no ir al gimnasio. Entonces, la mejor manera es esta, que toquen el timbre, que lleguen, y ya está", reconoció con humor Marley, para luego asumir otros retoques estéticos en su rostro.
"Me hice un tratamiento en la piel: me sacaron sangre y me inyectaron el plasma en la cabeza, en el pelo -para no perder tanto pelo-, y en la cara. Y la última vez que me lo hicieron también me agregaron dos o tres gotitas de bótox para bajar un poquito las arrugas, porque ya tengo 45 y se van acumulando. Cirugías no me hice, eso me da cosa", confesó, haciéndose cargo de su costado más metrosexual.